09/04/2022 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Brett Stephens, para el New York Times, dice que aquello de que Vladimir Putin calculó catastróficamente mal lo de Ucrania, puede no ser cierto. Y es que se especula que pensó que los ucranianos les darían la bienvenida a sus tropas; que destituiría al gobierno de Volodymyr Zelensky y que dividiría la OTAN.
Que no previó tantas sanciones; que creyó en la ayuda de los chinos y que su ejército de élite haría picadillo a los de Ucrania. Condoleezza Rice advirtió: “Él no tiene el control de sus emociones. Algo está mal”.
Los asedios de Rusia a Mariúpol y Kharkiv, dos ciudades de habla rusa que Putin está “liberando” de la opresión ucraniana, se asemejan a lo que los nazis le hicieron a Varsovia y lo que Putin le hizo a Grozny. Le han dicho hasta rata acorralada. Y, la conclusión de que el mejor resultado es aquel en el que encuentre una salida que le salve las apariencias: como algo de territorio ucraniano adicional, una promesa ucraniana de neutralidad y el levantamiento de algunas de las sanciones.
Pero lo que hizo en el pasado a Chechenia, vaya que amerita que Putin recurre a cualquier estrategia, aunque sea muy sucia. Dice el autor que supongamos que nunca tuvo la intención de conquistar toda Ucrania. Que desde el principio sus objetivos reales fueron las riquezas energéticas del este de Ucrania, que contienen las segundas mayores reservas conocidas de gas natural de Europa (después de Noruega).
De repente Putin está menos interesado en reunir al mundo de habla rusa, que en asegurar el dominio energético de Rusia. “Bajo el pretexto de una invasión, Putin está ejecutando un enorme atraco”, dijo un experto en energía canadiense. Si este análisis es correcto, entonces Putin no comete errores de cálculo como se cree.
Por otra parte, en la guerra, la política y la vida, siempre es más sabio tratar a tu adversario como un zorro astuto. Ver el post completo: https://www.nytimes.com/2022/03/29/opinion/ukraine-war-putin.httml.
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