08/03/2021 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
“El verdadero sexo fuerte es el de la mujer”, dice convencida Milagro Huamán, próxima a cumplir 50 años de edad, mientras recuerda los baches y trabas que la vida pudo plantearle sin lograr doblegarla jamás y que ella siempre tiene presente, más aún hoy que es el Día Internacional de la Mujer.
Antes de 2003, ella se desempeñaba como comunicadora en televisión. Pasó por Latina, TV Perú, Monitor, hasta que un día su segundo hijo fue diagnosticado con autismo. Entonces, ella no lo pensó dos veces: dejó todo para dedicarse al cuidado y desarrollo del pequeño Jimmy.
Llegaron horas y horas de citas con neurólogos, terapistas y psicólogos. Noches sin dormir, frustración, pero ella siguió imbuida en la idea de sacar a su hijo adelante.
Así, en 2011, junto a otras madres con niños con autismo, creó la ONG 'Soy Autista y qué'. “Esa palabra no podía ser más una ofensa y había que alcanzar derechos para las personas con autismo”, dice ahora. Esa decisión contribuyó a que se promulgara la ley de protección de las personas con trastorno del espectro autista (TEA).
Pero, en medio de esa lucha diaria por su hijo, Milagro nunca dejó la afición de la niñez: la cocina. “Desde niña hacía dulces. Es una tradición desde mi abuela Fausta, allá en su pueblito de Ambo, en Huánuco. Siempre fue emprendedora. Crió a mis padres cuando ellos quedaron huérfanos y vendía dulces y panes en la carretera”, refiere.
Con los años, la familia se mudó a Zárate. Y ahí esa pasión por la cocina creció. Con su abuela hacían kekes y vendían menú a los operarios textiles de la zona.
“Desde 2005, empecé a usar la repostería como método terapéutico. Me encanta mezclar lo dulce y lo salado. Para Navidad hacía como doscientas tortas, pero no las vendía. Mis amigas entonces me dijeron que lo hiciera”, cuenta.
Así, desde 2012 comenzó a ir a ferias itinerantes en diferentes zonas. “Quería hacer un producto de bandera, algo que la gente probara y regresara otra vez. Y creé mis alfajores de pecana con la sal milenaria de los incas traída de Maras, en Cusco”, refiere.
◼ “Se puede salir adelante”
Un buen día la invitaron a Mistura. Pero no tenía una tienda. Cómo exponer mis productos sin tienda, se dijo. Y ese fue su siguiente reto. “Busqué y encontré una en Miraflores”, añade. Y así abrió Fausta (calle General Mendiburu 738, Miraflores), en homenaje a la abuela.
Ahí, aparte de sus alfajores, ofrece dulces de antaño, con recetas antiguas. Limón de convento, guagüeros moqueguanos, King Kong lambayecano en baño de toffe. Quiere que los jóvenes aprendan, que los adultos recuerden su niñez y no se pierda la tradición.
“No es fácil salir adelante, pero claro que se puede. Lo básico es la perseverancia. Trabajo de lunes a lunes, 16 o 17 horas al día. Yo misma hago el delivery, la masa del alfajor, aunque tengo mi equipo de trabajo. Todo es sacrificio. Donde hay sacrifico hay éxito”, comenta con voz segura.
Revela que en una época estuvo tentada a cerrar. Se dijo no, estás por surgir. “Las redes sociales me ayudaron mucho, ahí utilicé mi experiencia en comunicación y activación en redes. Tuve mucho contacto con la gente. El camino es muy difícil, es verdad. El costo es alto, las planillas, los impuestos, pero es lo que todo emprendedor debe sortear”, sostiene.
◼ La pandemia, otro reto
Y claro, llegó la pandemia y Milagro se reinventó. Empezó a vender menú, comida casera, en Fausta. En su condominio llevaba el almuerzo, a precio muy barato. Había que subsistir y seguir pagando planillas. Nada de suspensión perfecta. No quería perjudicar a sus trabajadores.
“Mi mamá trabajaba y estudiaba. Me enseñó a no depender de nadie. Puedes hacerlo sola. No es necesario que te dé dinero tu pareja. Mi papá era policía, pero mi mamá daba pensión, tenía su plata. Y no hay cómo tener tu propia plata”, deja en claro.
Para Milagro, las mujeres deben entender que siempre hay algo por aprender. Dice que hay cursos online a montones y que aprender algo nuevo no es difícil. Su secreto, asegura, es trabajar, insistir, hasta lograr la perfección.
“Que nada te detenga. Donde hay perseverancia y creatividad hay éxito”, agrega. Explica que se debe soñar y estar convencida, porque “como mujeres tenemos fuerza y capacidad mental”.
◼ Su mensaje este día
Y si le piden un mensaje por el Día de la Mujer, lo tiene claro: “La mujer es el sexo fuerte. Hay que luchar día a día, así tengas hijos y vivas en sociedades machista como la peruana. Ahí está la fuerza de la madre, por eso somos el verdadero sexo fuerte. Siempre puedes hacer mucho para salir adelante. Esa es la fortaleza de la mujer”.