En Familia | La tecnología ayuda a lograr la ansiada maternidad
A medida que se retrasa la edad de la maternidad, se hace cada vez más difícil el embarazo. Por ello, existe un gran número de mujeres que deciden congelar sus óvulos para una posterior fecundación in vitro.
Ante la maternidad negada, la ciencia ha logrado aplicar técnicas para que más parejas logren concebir un bebé. Entre estas se encuentra la criopreservación que es una técnica que permite a los pacientes conservar su material biológico (células o tejidos) a temperaturas muy bajas para poder ser usados posteriormente.
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Gracias a la este método, los óvulos y espermatozoides de muchas parejas tienen la posibilidad de guardar sus gametos por tiempo indefinido, hasta el momento en que se requieran para una Fecundación in Vitro (FIV).
Al respecto el Dr. Álvaro Ascenzo Aparicio, ginecólogo y experto en fertilidad refiere que en crioperservación existen dos técnicas: la congelación lenta y la vitrificación. La congelación lenta era la técnica más empleada para la preservación de gametos. Sin embargo, a veces no es confiable.
La llegada de la Vitrificación lo cambió todo. Se trata de una técnica de congelación ultrarrápida, basada en el uso de unas sustancias llamadas crioprotectores (que protegen las células) y una velocidad de enfriamiento muy elevada.
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“Antes de iniciar la vitrificación se debe estimular los ovarios a fin de obtener la mayor cantidad de óvulos maduros. En el laboratorio, estos se colocan en un tanque de nitrógeno líquido a menos 196 grados centígrados bajo cero”, refiere Ascenzo Aparicio, experto en fertilidad de la Clínica Miraflores.