En Familia | Las consecuencias del exceso de golosinas en los niños
Las golosinas son productos que pueden ocasionar enfermedades y problemas habituales por su consumo elevado, por ejemplo, complicaciones cardiovasculares, sobrepeso, obesidad, caries y formación de placa bacteriana.
La Dra. Aurora García Tejedor, de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) indicó que el consumo de estos productos genera en los niños problemas de sobrepeso, que los hace más propensos a ser resistentes a la insulina, un precursor de la diabetes tipo 2.
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Para García, los padres son los encargados de controlar la ingesta de golosinas en los niños ya que el cuerpo humano no necesita azúcar libre para el correcto funcionamiento de los diferentes órganos como el cerebro y los músculos, y para ello están las frutas y las verduras.
Al respecto, la doctora sugiere que los padres procuren no utilizar los dulces como premio en los niños. Si de manera esporádica consume alguno, es imprescindible realizar una buena higiene dental tras comerlos.
Una de las formas más eficaces de controlar su consumo en niños es siendo un ejemplo para ellos, es decir, los menores tienden a seguir el modelo de consumo alimentario de sus padres, por tanto, es importante que los adultos sigan una alimentación balanceada.
Los signos de alarma que pueden alertar a los padres para detectar la diabetes en los menores están la sed excesiva, orinar con demasiada frecuencia, hambre a todas horas, nicturia, es decir, los niños mojan la cama en la noche, entre otros.
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