En Familia | Aulas híbridas en la enseñanza universitaria
La educación híbrida combina la educación presencial y a distancia de manera simultánea, y un aula híbrida está equipada con tecnología y cuenta con una metodología docente adecuada para este tipo de dinámicas. Así, los alumnos que se conectan de forma virtual reciben la misma experiencia y calidad educativa que el grupo presencial.
En ese sentido, María Alejandra Torres, docente de la carrera de Educación de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, comparte 4 características de la educación híbrida que permiten optimizar mejor sus funciones:
1.- Inclusión y flexibilidad: Durante la pandemia, según el Minedu, más de 100 mil universitarios desertaron de sus estudios. Por ello, la modalidad híbrida se presenta como una alternativa de enseñanza flexible que se adapta a la realidad de los estudiantes, permitiendo que puedan continuar con su educación.
2.- Potencia nuevas habilidades y ventajas en los docentes: Las clases híbridas traen nuevos desafíos para los docentes, quienes deben desarrollar competencias didácticas para implementar clases bajo esta modalidad, lo que implica producir recursos educativos digitales en formato on y offline.
3.- Estimula la socialización: Las relaciones cara a cara que se generan en salón de clases son primordiales para trabajar en las habilidades sociales y estimular la comunicación. En ese contexto, la enseñanza híbrida es la que mejor se adapta a la coyuntura actual, ya que demanda un retorno seguro y progresivo a las actividades educativas.
4.- Tecnología a favor de la enseñanza: Las clases remotas motivaron a las instituciones y docentes a capacitarse de manera constante en el uso de equipos de cómputo, proyectores, cámaras de alta resolución, micrófonos, así como el desenvolvimiento en un entorno virtual de aprendizaje para facilitar la clase. Hoy en día, el empleo de estos insumos son la base para la educación híbrida.
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