Cultural

A 35 años de su muerte, crece legado de Simone De Beauvoir

Su obra, El segundo sexo, de 1948, es fundamental en la historia del feminismo.
Simone-De-Beauvoir
15-04-2021

Al cumplirse 35 años de la muerte de la filósofa y escritora francesa Simone De Beauvoir, se recordó su lucha por la igualdad de derechos de la mujer, que plasmó en de siete novelas, entre las que destaca Los mandarines y El segundo sexo, de 1949, es uno de los más importantes.

Simone de Beauvoir nació en París, el 9 de enero de 1908 y falleció el 14 de abril de 1986. Su pensamiento sigue la corriente filosófica del existencialismo y El segundo sexo se considera fundamental en la historia del feminismo. Fue pareja del también filósofo Jean-Paul Sartre.

La obra de la escritora francesa volvió al centro del debate en los últimos años, tras el crecimiento de los movimientos feministas en el mundo.

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En una entrevista de 1975 en Rare TV, De Beauvoir retoma las ideas de El segundo sexo en una histórica entrevista a la que denominó Por qué soy feminista, con el periodista francés Jean-Louis Servan-Schreiber, quien considera al libro como una “referencia ideológica” tan importante para las feministas como El Capital de Marx es para los comunistas.

Cuando Servan-Schreiber le pregunta sobre una de sus frases más citadas, “No se nace mujer, se llega a ser”, la intelectual desarrolla una respuesta que aún hoy -a 46 años- posee muchísima actualidad.

“Sí, esa fórmula es la base de todas mis teorías.... Su significado es muy simple, que ser mujer no es un hecho natural. Es el resultado de cierta historia. No existe un destino biológico o psicológico que defina a una mujer como tal.... Las niñas son fabricadas para convertirse en mujeres“, dijo.

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Sin negar el hecho de la diferencia biológica, De Beauvoir desacredita la noción de que las diferencias sexuales son suficientes para justificar las jerarquías de estatus y poder social basadas en el género.

El estatus de segunda clase de las mujeres, argumenta, es el resultado de “un largo proceso histórico”; incluso si las instituciones ya no privan intencionalmente a las mujeres del poder, todavía tienen la intención de aferrarse al poder que los hombres han acumulado históricamente.