OPINIÓN | Roberto Rodríguez Rabanal: "Los podridos, los incendiados y los congelados del bicentenario"
“La promesa de la vida peruana” es uno de los textos trascendentales de Jorge Basadre, quien afirma que los “tres grandes enemigos” de aquella son “los podridos, los congelados y los incendiados”; los mismos que persisten hasta nuestros días.
Entonces, cabe preguntarnos ¿quiénes son los podridos, los congelados y los incendiados del bicentenario? Basadre decía, hace casi 80 años, que “los podridos han prostituido y prostituyen palabras, conceptos, hechos e ideas...”.
Esto se expresa en la corrupción institucionalizada de larga data, que tuvo como hitos el contrato Dreyfus para el pago de la deuda externa (1869), el entreguismo en los años del auge del guano y el salitre; y en las últimas décadas los “contratosLey” contenidos en la Constitución de 1993 para favorecer a empresas transnacionales, los casos Lavajato (Odebrecht) y “Lavajuez”, el “Club de la Construcción”, los “negociazos” de la KONFIEP de la mano con los gobiernos de los últimos 35 años.
También puedes leer: OPINIÓN | Julio Schiappa Pietra: Problemas hirvientes, políticos congelados
“Los congelados se han encerrado dentro de ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus dependientes, considerando que nada más existe”.
Son las pseudoélites soberbias y alienadas que copian lo extranjero, lo que está en boga en el imperio de turno (antes Inglaterra, ahora Estados Unidos) y carecen de una visión integral de desarrollo de nuestro país, porque simplemente no les interesa.
Su expresión actual es el grupo ultraconservador denominado “Coordinadora Republicana”, en el que converge lo más retardatario de nuestra sociedad: dirigentes de partidos, grandes empresarios, antiguos altos mandos militares.
Hablan de democracia, pero apoyaron al gobierno ilegítimo de Merino, como antes defendieron el indulto a Fujimori y se opusieron a la disolución constitucional del Congreso.
“Los incendiados se queman sin iluminar... quisieran prender explosivos y verter venenos para que surja una gigantesca fogata”. Hoy son los políticos y grandes empresarios repudiados por las movilizaciones juveniles y ciudadanas.
Están “quemados”, nadie les cree, pero no se cansan de “terruquear” a quienes luchan por la justicia social. “Terruqueo” que es también otra forma de terrorismo.
Los podridos, congelados e incendiados de hoy representan al viejo sistema de injusticia social y desigualdad extrema, cuyo soporte jurídico es la Constitución de 1993. Son como fieras heridas de muerte pero que antes de perecer tratarán de asesinar a los representantes del cambio, tal como hicieron con Inti y Bryan.
Dejemos atrás el pasado personificado en quienes tienen capturado el Estado para enriquecerse más y más. Lograrlo depende de nosotros. Recordando a Basadre: “que el Perú no se pierda por la obra o inacción de los peruanos”.
También te puede interesar