OPINIÓN | Miguel Humberto Aguirre: "Y otros casos"
Detrás de las noticias oficiales recibidas, en todos los medios, también existe un grupo de hechos con la presencia de historias y momentos distintos. Diferentes.
Tres muchachos -dos chicos y una niña- de la zona nuestra, han conformado un grupo: misión, hacerles compras a los ancianos de la zona, impedidos de salir, todos los días, a buscar sus cosas más inmediatas. Los tres muchachos, los hemos visto, todo lo realizan con la alegría eterna de la juventud y sus deseos de servir.
También debemos rendir un homenaje a las “páginas de servicios” donde se encuentran ubicaciones de gasfiteros, fabricantes de mascarillas, pediatras, odontólogos, etc. Siempre hay una respuesta.
Unos amigos nos contaron el apoyo recibido por una pareja de ancianos de Chorrillos, por parte de un grupo de muchachos que, incluso, se han dado tiempo para arreglarle su casa, muy deteriorada.
El caso más estremecedor está protagonizado por una madre y un hijo que, para poder estudiar el niño, se iban hasta el Jockey Plaza y, con su celular, buscaban el wifi del centro comercial. Así el muchacho podía seguir las clases de su colegio.
El esfuerzo de madre e hijo fue observado por uno de los empleados del centro comercial quienes, observando el suceso, abrieron un espacio para que los estudiantes puedan seguir con sus clases virtuales.
La pandemia nos ha dejado un espacio para ver el corazón de la gente. Las reacciones con afecto. Con cariño, tratando de contribuir a una necesidad de la vida. Hermosos ejemplos, para sonreír por estos días, donde solo se sabe llorar. Son momentos como para seguir creyendo en la vida y olvidar los grandes estragos impuestos por la pandemia.
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