16/08/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El Papa Francisco tuvo un dialogo con un periodista. Le manifestó su pensamiento, a esta profesión, tan vapuleada y maltratada en este último tiempo.
Es una profesión donde muchos entran por la ventana y, donde van, suelen hacerse valer por aquello de “nosotros los periodistas”. ¡Perdónalos señor!
Francisco ha dicho que, los periodistas tienen la posibilidad de “caer en cuatro pecados”, o “cuatro actitudes malas”, como expresó, para “no usar un lenguaje teológico”. Señaló cuatro que los amenazan continuamente. Todas actitudes de la gente y, por la cual, los periodistas deben defenderse.
En primer lugar, marcó la desinformación.
Comentó: “Doy la noticia, pero solo doy la mitad, no más. La otra mitad no la doy. Eso va contra el derecho, de un lector de noticias, de estar mal informado. No caer en eso, informan solo la mitad. Le informas mal. De eso deben cuidarse los periodistas”.
En segundo lugar, destaco la calumnia. Con facilidad -comentó- se miente a la gente. Ahí no más calumniar gente. Hay medios de comunicación militantes eternos de la fábula, de calumnia, sin problemas. Le preguntas de dónde obtuvo eso, y responde: “del diario, lo vi en la televisión”. El medio de comunicación tiene tanto poder frente a las masas amarrando a la gente. Puede calumniar impunemente, además. Quien le va a hacer juicio. Nadie. Ninguno se atreve
Y tercero, no olvidemos la difamación.
Más sutil todavía. “Toda persona tiene derecho a la reputación. Si vos hace 20 años pegaste, un resbalón en la vida hiciste una macana. Pagaste la cuenta. Pagaste la pena. Vos “sos” una persona libre y sin manchas. No te pueden sacar por los medios de comunicación, una historia que esta supera y bien pagada ya. Y bien resarcido. La difamación te trae una mancha de antes, y te la tiran ahora.
Y, en cuarto lugar, Francisco, cuando toco el cuarto lugar, dijo “que tocaba un tema un poquito arriesgado y recurrido a la palabra ´técnica” como fue la coprofilia, a quien ubicó “como el amor a la cosa sucia. El amor literalmente a la caca. El amor a la cosa sucia. Amor a los escándalos. Todo lo que es sucio. Sean a o no verdaderos. Hay medios que viven de eso. De los escándalos. Todo lo que sea sucio”.
Terminó señalando que, superando esos cuatro límites, la comunicación sería maravillosa. Un comunicador superando esos cuatro defectos “es una flor de comunicador”.
El diálogo de Francisco fue con todo. Directo. Sin rodeos. Hemos tratado de mantener algunas expresiones “muy argentinas”, por ser su forma de hablar aún con el importante título.
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