OPINIÓN | Miguel Humberto Aguirre: "Covid-19: cuidado con jóvenes y niños"
Ante el avance de la pandemia, hoy, jóvenes y niños pasaron a tomar un lugar importante en la preocupación de los de arriba, y los de abajo.
La inquietud, hasta el momento, estaba dirigida a adolescentes y adultos. Hoy, el panorama de los casos, está dirigido a los grupos más jóvenes y niños.
Los relatos, en torno al Covid-19, en los grandes centros de investigación señalan, realizado en miles de niños, no son positivos. Lo resultados preocupan más, cuando hay gente, trabajando en las sombras ofreciendo documentación falsa y adquirida, irresponsablemente, por muchos necesitados.
Se ha recomendado monitorear a todos los jóvenes y, también, controlar y observar la seguridad de todas las vacunas. El control del producto, una vez autorizado, sufre todas las inspecciones necesarias. Ello aumentó cuando el riesgo de miocarditis (inflamación del músculo cardiaco y la pericarditis. Es una hinchazón de la capa exterior del corazón).
Las vacunas de los niños, cuyas edades fluctúan entre los 5 y los 12 años, tiene las mismas sustancias, de las vacunas para los adultos, y los jóvenes.
Informaciones procedentes de Estados Unidos señalan el control de la mayor seguridad. Hay observaciones prolongadas y bajo la mirada de diferentes científicos muy conocedores del tema y sus proyecciones
Las informaciones surgidas, por estos días, en todos los medios, aparecida la variante Ómicron, y en vigencia aún, la Delta, son para preocupar y, jóvenes y niños, sin vacunar, pueden transportar el virus. La inmunización es obligatoriamente necesaria. Hoy más que nunca.
Las mañanas, escuchar un informativo, en todo el mundo, se suman más casos y, lógicamente, más desaparecidos. Los nuevos récords, en afectados y fallecidos son, cada 24 horas, más desaparecido que los de ayer y, los casos, un nuevo récord en cada país.
La vacuna no puede ser negada. No puede ser relegada. Es una protección ahora y no a futuro. Insistir, obligar a perseguir a los jóvenes, no es pecado y los adultos debemos estar en esta lucha de hoy. Jamás dejemos para mañana. Tenemos ejemplo, por las cifras aparecidas, de insistir por los más jóvenes.
Los muchachos requieren divertirse, estamos de acuerdo, pero también de cuidarse. Ahora debemos colaborar todos en cuidarlos, pero de todos.
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