OPINIÓN | Mario Amoretti: "Corrupción, delincuencia violenta, criminalidad organizada"
“Mario, no hay oro en el mundo que pueda comprar nuestra conciencia”. La honradez, es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos y nietos, solía decirme, mi maestro Luis Eduardo Roy Freyre, durante mi vida profesional. Cultivando las enseñanzas que sembraron mis padres, no hay persona que pueda decirnos que fuimos deshonestos o corruptos, porque el prestigio que hemos tenido nos la ganamos por nuestra honestidad y dedicación al estudio. Algunos de nuestros políticos podrán decir lo mismo, lo dudo, es más, no podrán dormir, su conciencia en su almohada no los dejará descansar, porque les remorderá la conciencia por lo que han hecho. Más aun cuando hay políticos que han lucrado con la vida y la salud de los peruanos; y, muchos que fungen de honestos, gozan de impunidad, al no haber sido investigados y quienes fueron denunciados, estas se archivaron. En la actualidad, observamos que al parecer muchos van a quedar impunes. NO VOTEMOS POR CORRUPTOS QUE BUSCAN SER CONGRESISTAS, PARA CONSEGUIR IMPUNIDAD. ¡YA BASTA!
La delincuencia violenta nos está ganando porque, desgraciadamente, también verificamos que en muchos casos hay impunidad, propiciada por algunas malas autoridades. Las sustracciones de celulares, artefactos y otros bienes que consiguen con la incursión en domicilios o accesorios de vehículos, perpetrados en horas de “toque queda” o mediante arrebatos en las calles, es intolerable e inaudito lo que viene sucediendo en el país. Señores policías, fiscales y jueces, lo único que pedimos los ciudadanos comunes y corrientes es que apliquen la ley. Si la sustracción se verifica sin violencia o amenaza contra las víctimas, la pena a imponerse es hasta 6 años; si es con violencia o amenaza y el autor es una sola persona hasta 8 años; y, si intervienen más de 2 personas, con arma o en horas de la noche es de 12 a 20 años. Como integrantes de una organización o banda criminal, al que debe incluirse al que recibe el producto sustraído, para venderlo, la penas se suman y todos deberían ir a la cárcel por lo menos 30 años.
Otro gran problema que aqueja a muchas personas, es la falsificación de firmas de propietario, en supuestos contratos de ventas o falsos préstamos, para luego conseguirla inscripción en SUNARP de dicho inmueble a nombre del estafador, quien de inmediato lo vende, para simular hipotecas, ventas, basado en que nuestro ordenamiento civil señala que el “tercer adquiriente de buena fe” no puede ser perjudicado; sin embargo, estos últimos, incluyendo constructoras, llegan a adquirir dichos bienes a 100 veces el valor que “lo adquirió” el vendedor -estafador-, lo que demuestra que no son ajenos a esos hechos, resultando ser integrantes de una organización criminal, porque cuenta con el apoyo de algunos malos fiscales y jueces. Las víctimas de estos delincuentes, LO ÚNICO QUE RECLAMAN ES JUSTICIA, ANTE LA CONDUCTA DE ESTAS AUTORIDADES Y CLAMAN SER ESCUCHADOS POR LA JUNTA NACIONAL DE JUSTICIA.
También te puede interesar:
OPINIÓN | Mario Amoretti: “La salud de los peruanos no se vende”