OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: "Polarización peligrosa"

La campaña electoral en esta segunda vuelta que se define con las elecciones de este domingo ha puesto de manifiesto un escenario de polarización y confrontación quizá nunca visto en el país, que ha llegado a los insultos a quienes no piensan igual que uno y, conforme se acerca el día de la votación, la situación se torna más complicada.

Vivimos en democracia y es en ella en que el pueblo soberano elige a sus gobernantes en elecciones generales y, por tanto, el resultado de la votación del domingo debe ser reconocido y aceptado por todos los peruanos, así haya ganado el candidato contrario, porque eso es precisamente parte del juego democrático.

Por eso, resulta preocupante las expresiones de dudas sobre la actuación de las instituciones electorales, porque ello puede crispar más los ánimos tras conocerse los resultados de la votación, lo cual llevaría al país a un clima de confrontación peligrosa, quizá mayor al que hemos tenido en estos últimos cinco años en que primó la ingobernabilidad y el Perú no solo quedó paralizado, porque ninguna obra se ha realizado en este quinquenio, sino que fue azotado por la pandemia del Covid-19 que nos ha dejado en una grave crisis sanitaria, económica, política y social.

Y eso es lo que todos los peruanos debemos evitar, porque el país no puede perder cinco años más. Urgen cambios profundos para resolver esa grave crisis sanitaria, económica, política y social, y en eso todos estamos de acuerdo, sean de derecha, centro o izquierda, pero es cierto también que solo se logrará con un pueblo unido y un gobierno que trabaje para la mayoría que desde hace décadas sufre la pésima gestión de autoridades ineficientes y corruptas.

No podemos caer en extremismos, no podemos seguir peleándonos entre peruanos, porque el único perjudicado es el país, la mayoría de la población que espera se resuelvan ya los problemas de la salud, la educación, la falta de empleo, vivienda y servicios de agua potable. Urge enfrentar la inseguridad ciudadana, pero sobre todo combatir la corrupción, el flagelo que impidió el desarrollo. Necesitamos que el crecimiento económico llegue a todos a través de obras y trabajo, que beneficie a todos los sectores de la producción, a los medianos, pequeños y microempresarios, a los agricultores, pescadores. Y que se atienda también a los jubilados que perciben magras pensiones, así como a millones de compatriotas que por la crisis de la pandemia hoy están endeudados, que han tenido que vender sus pertenencias para cubrir los gastos de sus familiares afectados por el Covid-19 y hoy no pueden pagar sus compromisos porque no tienen ingresos.

Esperemos que después del domingo 6 vuelva la calma, que se acepte los resultados y que el Perú empiece una nueva etapa, encaminada a la prosperidad y el desarrollo.

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