OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: "Hay que jugarle limpio al país"
El presidente Pedro Castillo Terrones aseguró ayer en Piura que no esperará que el Congreso busque una censura, porque “ministro que no trabaja se irá”. Una frase que sin duda impacta ante la opinión pública pero que, sin embargo, consideramos que está demás porque es lo que corresponde realizar a todo presidente de la República respecto a los integrantes de su gabinete ministerial.
La eficiencia en el trabajo es una obligación que deben tener siempre presente todas las autoridades, como regla de acción.
Quizá el mandatario se ha querido adelantar a las versiones que se han dado en el Congreso respecto a varios de sus ministros, a quienes se quiere interpelar, antes de la presentación del gabinete para pedir el voto de confianza, pero esto no tiene que ver precisamente con el trabajo de ellos, sino por los cuestionamientos a sus nombramientos que incluyen al presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido.
Una situación que se complica más con las investigaciones que ha abierto la Fiscalía al propio Bellido por presunto lavado de activos, en un caso que se originó con el de “Los dinámicos del centro” que incluye al partido Perú Libre y a su jefe máximo Vladimir Cerrón, además de otros personajes.
Castillo Terrones no se ha pronunciado ante los pedidos de hacer correctivos en su gabinete y hoy debe estar ante un gran dilema, luego que la Fiscalía Supraprovincial Especializada en Delitos de Terrorismo y Lesa Humanidad de Huánuco dispuso abrir investigación preliminar contra Vladimir Cerrón Rojas por la presunta comisión del delito de terrorismo, que incluye al premier Guido Bellido Ugarte y al congresista del lápiz, Guillermo Bermejo.
La Contraloría General de la República, cuyo titular Nelson Shack se ha reunido con el presidente Castillo, se ha pronunciado sobre los perfiles que se deben tomar en cuenta para la designación de los funcionarios del Estado, y consideramos que ello debe incluir a los ministros.
No se sabe qué decisiones adoptará en los próximos días el presidente Castillo, pero sin duda debe estar ante un gran dilema. O acaso ya las tenga y por eso ayer no solo habló de los ministros y de los nombramientos de funcionarios, sino que su gestión no le dará ni un milímetro a la corrupción y que él no tiene que pagar ningún favor político ni económico a nadie. ¿Se habrá referido al jefe de Perú Libre, Vladimir Cerrón, un condenado por corrupción y a quien se atribuye tener gran influencia en las decisiones del gobierno?
Veremos si lo anunciado ayer se traduce en acciones, porque el mandatario ha dicho también que hace todos los esfuerzos por ordenar la casa y ha pedido a las autoridades "jugarle limpio al país".
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