OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: "El pueblo ya se cansó de esperar"

Es lamentable que siete meses después de iniciado su gobierno y cuando, ante la grave crisis, el presidente Pedro Castillo prometió la conformación de un gabinete de ancha base, el tema de la agenda política siga siendo los pedidos de renuncia de ministros cuestionados, como en este caso el del sector Salud, Hernán Condori Machado, hombre cercano al líder del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón.

Y no es solo porque su designación habría sido impuesta por Cerrón, sacrificando a quien era la mejor carta del anterior gabinete como el exministro de Salud, Hernando Cevallos, sino porque Condori Machado arrastra cuestionamientos y denuncias que están en proceso de investigación por el Ministerio Público. El Consejo Nacional del Colegio Médico del Perú y los decanos de las Facultades de Medicina miembros de la Asociación Peruana de Facultades de Medicina (Aspefam) han solicitado su renuncia inmediata.

Horas después de su juramentación, se conoció que el ministro de Salud es investigado por la fiscalía anticorrupción de La Merced por los presuntos delitos de cobro indebido y negociación incompatible en agravio al Estado, en concreto de la Red de Salud de Chanchamayo. La Contraloría también lo ha incluido en su informe de auditoría sobre la contratación y operatividad de un tomógrafo en el Hospital II-2 La Merced.

Además, se le cuestiona por promover en videos el consumo de agua arracimada, atribuyéndole propiedades beneficiosas para la salud sin sustento científico, tal como lo han médicos y especialistas.

El presidente Castillo no puede seguir equivocándose con la designación de ministros y altos funcionarios, cuando lo correcto es someter a los propuestos a un filtro para conocer sus trayectoria y antecedentes, o si tienen algunos temas legales pendientes de resolver. Tras la crisis provocada por el nombramiento de Héctor Valer en la presidencia del Consejo de Ministros, se pensó que ya no habría más cuestionamientos. Sin embargo, seguimos en lo mismo.

Ayer, el jefe de Estado eludió tratar el tema cuando los periodistas le preguntaron sobre el caso del ministro de Salud. Y para variar, el premier Aníbal Torres dijo que su opinión no sirve y que el presidente evalúa el caso.

La agenda del país ya no puede ser los cuestionamientos a sus malas designaciones, ni los escándalos de su gobierno. El pueblo ya se cansó de esperar, señor presidente. Urge resolver los problemas del país y hasta hoy no da ninguna propuesta concreta para atender la falta de empleo, la crisis económica, el pésimo estado de los colegios a poco de reiniciarse las clases presenciales, la falta de agua y vivienda digna para la gente, la inseguridad en las calles tomadas por la delincuencia. No basta pedir a cada momento a los empresarios del mundo que vengan a invertir en el Perú sin presentarles un plan ni reglas claras de inversión. Ni siquiera aprovecha la gran oportunidad de captar grandes recursos con el alto precio de los minerales en el mercado mundial. Ahí está el dinero que se necesita para hacer obra, señor presidente. Actúe ya y no espere que la población salga a las calles a pedirle cuentas.

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