OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: "El pueblo sigue esperando"
Finalmente, la policía logró desalojar a los cientos de personas que habían invadido desde hace unos 15 días un inmenso arenal en la zona denominada Lomo de Corvina, en Villa El Salvador. Si bien los terrenos ocupados son de propiedad privada, el tema de fondo es el grave problema que padecen millones de peruanos por la falta de vivienda, un mal que no es de ahora, que se arrastra por años ante el olvido de los gobiernos de turno.
El denominado gobierno de transición y emergencia que preside Francisco Sagasti descartó la reubicación de estas personas, pero tampoco les ofreció alguna alternativa de solución al problema. Gente que no tiene donde vivir porque, según sus testimonios, han perdido sus trabajos y se vieron obligados a abandonar los inmuebles que ocupaban porque no tienen para pagar el alquiler y no tienen posibilidad de un lugar digno dónde vivir.
Se estima que son unos dos millones de familias que no tienen vivienda y es momento que el Estado, que durante décadas les dio la espalda, hoy las atienda, dándoles las facilidades para acceder a un lugar donde vivir en condiciones dignas. Definitivamente, este gobierno transitorio no lo hará y tal como comentábamos ayer sobre la lucha contra la pandemia del coronavirus, será el nuevo gobierno quien lo deba hacer.
Por eso es importante que los dos candidatos, que compiten en esta segunda vuelta para gobernar el país a partir del 28 de julio, expongan sus programas claros y concretos para atender este grave problema, que expliquen cómo harán para resolverlo, es lo que esperan estos dos millones de familias. Pero el de la vivienda, solo es uno de las tantas necesidades que padecen los peruanos.
Recordemos que además millones de peruanos aún no tienen servicio de agua potable y desagüe, y este es otro mal que merece atención urgente, sobre todo en tiempos de pandemia en que se recomienda el lavado de manos permanente como protocolo importante para evitar el contagio del Covid-19.
Todos los peruanos esperan cambios profundos. Ya no se puede esperar más y quien gane las elecciones deberá gobernar para el pueblo, atender los problemas que siempre les fue negado pese al crecimiento macroeconómico logrado en los últimos años, pero que nunca llegó a los más necesitados. Por eso tenemos un sistema de salud colapsado, una educación con una infraestructura deplorable, la inseguridad en las calles crece día a día sin que nadie la detenga.
Además, con la pandemia tenemos más de seis millones de peruanos que no tienen trabajo, que están endeudados y asfixiados porque no pueden pagar los intereses abusivos que les cobra la banca usurera, no porque no quieran cumplir con sus compromisos, sino porque no tienen dinero ni siquiera para comer.
Ese es el drama de millones de peruanos que esperan esos cambios profundos, y que por fin se gobierne para ellos.
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