18/11/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Francisco Sagasti juramentó ayer como presidente de la República transitorio con la promesa de devolver la confianza y esperanza al país, pero ello solo lo logrará si las acciones que realice en estos ocho meses que tendrá al frente del gobierno atiendan las necesidades de un pueblo que padece los efectos de la más severa crisis económica producida por la pandemia.
Ha dicho que luchará contra la pandemia del coronavirus y la corrupción, y ese es el primer desafío que deberá demostrar si tenemos en cuenta que las adquisiciones para enfrentar al Covid-19 durante el gobierno de Martín Vizcarra están marcadas por las irregularidades que están siendo investigadas por el Ministerio Público, que involucra incluso al vacado mandatario. Y eso es lo que se tiene que acabar desde ya.
Otro de los desafíos inmediatos que anunció asumir Sagasti es el de la crisis económica, y en este rubro es bueno recordarle que hay más de seis millones de peruanos que han perdido sus empleos durante la pandemia y millones de compatriotas que no tienen para comer y esperan como una salida les devuelvan su plata de la ONP y AFP para paliar el hambre. Hay millones de que esperan también resolver el problema de sus deudas con los bancos que siguen cobrándoles intereses abusivos y los tienen al borde de la quiebra, de perder todo lo poco de los bienes que les queda.
Es necesario, pues, resolver con urgencia el reclamo de quienes tienen el derecho de tener en sus manos el dinero que les pertenece, y si bien el mandatario transitorio ha anunciado que realizará un manejo responsable de las finanzas públicas, debe buscar una salida para atender esas necesidades.
Hoy debe anunciar el nombre de quien será el presidente del Consejo de Ministros, y tal vez los primeros nombres de quienes integrarán el gabinete. De ello dependerá también la recuperación de la confianza del país, pues de la capacidad y gestión de los ministros que designe dependerá los buenos resultados que el país espera.
Ya tenemos nuevo gobierno, pero los jóvenes siguen en las calles pidiendo justicia y que se resuelvan los problemas del país. Ellos seguirán vigilantes de lo que haga el señor Sagasti y su gabinete. Ayer mismo exigían que no querían ministros reciclados, quizá porque ya se voceaban algunos nombres conocidos. Que las buenas intenciones expresadas ayer se hagan realidad, señor presidente.