14/11/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Entre las más de 120 mil emergencias que los Bomberos Voluntarios atendemos al año, las fugas de gas licuado de petróleo (GLP) o de gas natural domiciliario, figuran entre las más peligrosas.
Según la Central de Emergencias 1-1-6, este tipo de incidentes ocupan el tercer lugar del ranking del peligro, con 6.565 fugas de gas en lo que va del 2020.
Recordemos las terribles consecuencias derivadas del accidente en Villa El Salvador ocurrido en enero de este mismo año, donde un camión-cisterna dejó escapar el GLP que contenía en medio de transeúntes, calles y vehículos.
¿Es igual una fuga de GLP frente a otra con gas natural? En realidad, el comportamiento es parecido pero diferente, a partir de que, como factor igualitario, ambos productos desplazan al oxígeno.
Como resultado, aun cuando no se produjera el incendio por acción de una chispa, la fuga de este elemento durante la noche podría afectar a las personas asfixiándolas mientras duermen.
Si, por el contrario, alguien activa una llave eléctrica -para prender o apagar la luz, o tocar el timbre-, se arrastra una piedrecilla con la suela del zapato contra el piso de cemento, la chispa resultante será el activador del incendio.
Inclusive, se ha logrado establecer que contestar una llamada por el teléfono móvil, bajo ciertas condiciones de concentración de gases, también se convierte en un factor de alto riesgo de explosión.
Por esas razones es indispensable que todos estemos atentos a lo que pasa en la cocina, especialmente si tenemos el servicio de gas natural por tubería o en balón metálico.
Importante tener en cuenta esta gran diferencia: mientras el GLP por ser más pesado que el aire tiende a bajar y expandirse en los pisos inferiores, sótanos, sistemas de desagüe y rendijas, el gas natural se va para arriba.
En tal sentido, una fuga de gas en el tercer piso, dependiendo de si es GLP o gas natural, bajará afectando a los departamentos inferiores, o por el contrario subirá invadiendo las habitaciones de los vecinos del cuarto y quinto pisos.
Si eso ocurre, abra puertas y ventanas para favorecer la mayor ventilación posible, evacúe el lugar -salga de allí- en forma ordenada, rápida, pero sin correr, y llame a los Bomberos Voluntarios.