OPINIÓN | Lewis Mejía: La evacuación en práctica
Los temblores de temporada, también conocidos por su nombre científico de sismos, nos siguen causando malas pasadas. Estos días ocurrieron varios de estos movimientos, algunos fueron percibidos y otros no, pero sucedieron.
Si los sentimos, la sensación de vulnerabilidad probablemente nos invadió de pies a cabeza y no pensamos más que en evacuar el lugar donde estábamos.
Efectivamente, ese sitio aparentemente seguro y confortable puede convertirse en una trampa mortal si el terremoto es de gran intensidad. O si, por otra parte, la emergencia tiene que ver con una situación con fuego sin control que amenaza con propagarse.
Ya sea en uno u otro caso, la necesidad de abandonar la edificación para salvar la vida se hace perentoria, por lo cual es mejor andarse preparado.
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En primer lugar, hay que mantener la calma y evitar ser presa de la desesperación, que en nada ayuda.
En segundo término, uno debe recordar y poner en práctica todo lo aprendido durante los simulacros de sismo, tsunami e incendio en los que hemos participado.
Y ahí está la clave de todo: en la necesidad de que cuando toque realizar un simulacro de evacuación, se tomen las cosas con la debida seriedad. Y compartir esa actitud seria y responsable con y entre quienes nos rodean, ya sea en el centro de trabajo o de estudios.
Una recomendación adicional habla sobre la importancia de hacer un recorrido frecuente de la ruta de evacuación, para identificarla a plenitud.
Así que ya sabe, este lunes antes del partido en el que nuestra selección se juega su pase al campeonato mundial de Qatar, tómese unos minutos y recorra su ruta de evacuación.
Reconozca los puntos críticos, como las escaleras, y siga las indicaciones sobre cómo evacuar en forma segura.
Y tenga presente que es mejor evitar los juegos y las bromas cuando se trata de participar de un simulacro.
La vida propia o de nuestros seres queridos puede llegar a depender de nosotros mismos, es mejor estar preparado para evitar las sorpresas desagradables.
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