OPINIÓN | Lewis Mejía: "En alerta de tsunami"
La posibilidad de que un sismo afecte a nuestro país es permanente debido a, como ya lo habíamos señalado en artículos anteriores, el Perú está ubicado en el cinturón de fuego del Pacífico.
Esto, en pocas palabras, quiere decir que estamos instalados en una zona altamente sísmica, donde en cualquier momento podría ocurrir un terremoto de gran magnitud.
Pero que un movimiento telúrico ocurra en otras zonas del mundo, y ese hecho produzca una situación de peligro para nosotros, a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia del epicentro, es un poco difícil de explicar.
Pero sucede, y con mucha frecuencia, según reportes de la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú, que minuto a minuto realiza un monitoreo de lo que pasa en el mundo.
Grandes terremotos en la zona del Pacífico, en el Asia, han tenido gran impacto en las costas sudamericanas, específicamente del Perú en siglos pasados, así como hemos sido víctimas de maretazos y “salidas” del mar.
Hace apenas unas horas tuvimos una alerta que no esperábamos recibir, la de la posibilidad de soportar el impacto de un oleaje anómalo que pudiera causar daños a las ciudades costeras del Perú.
Fue debido al sismo de magnitud 8.1 grados de magnitud ocurrido en Nueva Zelanda, que inmediatamente después ocasionó que las autoridades lanzaran una alerta preventiva de tsunami.
La ola se diluyó y el impacto en las costas de nuestro país fue mínimo. Pero a partir de esa experiencia surge la pregunta sobre si estamos listos para enfrentar una situación similar en los próximos días.
Principalmente, quienes habitan en puertos y caletas, o cerca a las playas, en balnearios y sectores identificados como inundables en caso de una crecida del mar a consecuencia de un tsunami.
Una de las principales recomendaciones es mantener la calma. Luego, organizarse para una evacuación, y ya sabemos que la prioridad son los niños, los adultos mayores y las personas con alguna discapacidad.
Inmediatamente después de haber salido del lugar donde nos encontremos, debemos buscar las zonas altas, donde podamos refugiarnos y esperar la ayuda.
En ese contexto, se hace indispensable contar con la mochila de emergencias, cuyos contenidos, vamos a recordar, incluyen linterna y radio a pilas (y con pilas de repuesto), agua embotellada para beber, alimentos no perecibles (enlatados, galletas), algunas prendas de abrigo y artículos de higiene personal.
Hace algunos años vivimos una situación de peligro similar en las costas de Arequipa, y lo hemos vivido antes en otras zonas de nuestro país como Paita o el Callao.
Lo importante es saber que ese fenómeno puede volver a ocurrir, lo importante es estar preparados.
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