OPINIÓN | Julio Schiappa: "Lagartos sin mensaje"
¿Cómo es que la mayoría de los candidatos presidenciales en realidad parecen estar en la luna respecto a lo que la gente quiere? En el Perú demasiados viven en una burbuja y están blindados contra la realidad.
Por eso, cuando yo dicto un curso de campañas electorales obligo a mis alumnos a leer dos obras emblemáticas para entender el Perú contemporáneo: El desborde popular y Estudio del cono norte de Lima de José Matos Mar, el más grande antropólogo de la historia peruana.
Luego les pido a mis discípulos leer “El Otro Sendero” de Hernando de Soto. ¿Por qué? Porque es evidente el plagio de conceptos de las obras del maestro Matos Mar a la del pegajoso economista y relacionista VIP Hernando de Soto. Así me lo dijo, sin pelos en la lengua, el gran Matos Mar cuando coincidimos, en un chifa de Miraflores, poco antes de su muerte.
En ese encuentro con el gran antropólogo, él advirtió que yo tenía encima de la mesa el tomo de su investigación sobre la evolución del cono norte de Lima. Me comentó que esa investigación la habían financiado la cadena Wong y varias otras empresas, que al final invirtieron 343 millones de dólares en centros comerciales en esa parte de la ciudad. No llamaron a De Soto, consideraron que Matos era el indicado para averiguar la verdad.
El estudio concluía de manera terminante que el perfil clásico de los pobres del norte de Lima había cambiado.
Señalaba que Los Olivos era un distrito adonde vivía una clase media que tenía más ingresos que la avejentada mesocracia de Miraflores.
Que en Comas había un grueso de habitantes de clase media y el fenómeno tenía pocas excepciones en todo el norte de Lima. 46% de los habitantes eran del sector C, la clase media. Y que más del 65% de los habitantes de Comas no debían un centavo a los bancos por concepto de compra de vivienda.
La sociología de los barrios de Lima había sufrido una revolución no violenta: el llamado sector norte de la ciudad había crecido 110 veces entre 1949 y 1999.
Este nuevo Perú es el que no entienden los candidatos. Estos nuevos ciudadanos y productores están a la base de todo el proceso económico del país y han puesto presidentes y alcaldes desde 1983. ¿Cuántos de los que postulan tienen un claro mensaje para los emprendedores, los informales y la clase media emergente?
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