OPINIÓN | Javier Zúñiga: "Reducción de la calificación crediticia por la incertidumbre política"
Al mes de setiembre, la calificación crediticia del Perú estuvo en el segundo puesto de los países mejores calificados en la región, después de Chile. En ese mes, la primera clasificadora de riesgo Moody's redujo la calificación crediticia de A3 a Baa1.
La razón por la cual Moody's redujo la calificación el 3 de setiembre, de Perú de A3 a Baa1, fue porque el entorno político polarizado y fracturado peruano ocasionó que el riesgo político se incremente, de tal forma que la capacidad de formular políticas se ha debilitado.
La segunda calificadora de riesgo Standard and Poor's (S&P), el día 14 de octubre, revisó la perspectiva de la calificación crediticia del Perú y la trasladó de estable a negativa, debido a que la institución calificadora prevé un posible deterioro del crecimiento económico de mediano plazo y su deuda, a raíz del entorno político fragmentado y el contexto social por la pandemia.
La tercera calificadora de riesgo, Fitch decidió bajar la calificación crediticia del Perú, pasando de BBB+ a BBB y explicó que su decisión se debía al deterioro gradual que se está observando en la fortaleza fiscal del Perú y por las tensiones políticas del gabinete del presidente Castillo.
La calificación crediticia de un país no solo refleja la capacidad de pagos, sino también es un índice económico que, al igual que el riesgo país, los inversionistas extranjeros observan antes de realizar proyectos. Estas disminuciones en la calificación crediticia por parte de Moody's y Fitch, al igual que el deterioro de la perspectiva de S&P, impactará negativamente en la economía peruana en el 2021.
Uno de los efectos negativos para la economía peruana serán los menores montos de ejecución de proyectos de inversión del sector privado. Al observarse una reducción continua en la calificación crediticia del Perú, las empresas peruanas serán cautelosas a la hora de decidir si reinvertir o no. Si una empresa hubiera pensado en, realizar una inversión, en este contexto lo pensará dos veces.
Durante las elecciones presidenciales del 2021, no se hubiera pensado que la crisis política afectaría duramente a la economía peruana, pues en otros procesos electorales su efecto podía durar hasta un mes luego del sufragio. La actual incertidumbre política es una situación que con decisiones consensuadas se podría aminorar e incluso eliminar; solamente con la convergencia del Ejecutivo y del Legislativo.
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