OPINIÓN | Gino Michelini: "Informalidad en el Perú: Causas, consecuencias y alternativas"

Se entiende por sector informal al grupo de empresas, trabajadores y actividades que operan fuera de los marcos legales y normativas que rigen la actividad privada. La informalidad en el Perú es una de las más altas del mundo, hasta antes de la pandemia el 70% de la economía era informal, hoy 3 de cada 4 peruanos son informales, es decir más de 75% de la masa laboral es informal.

La informalidad tiene sus causas, en muchos casos, en el hecho que los costos de la formalización son muy superiores a los beneficios que se podrían obtener, es decir, un problema de “costo beneficio”. Del mismo modo las licencias, permisos, tributación, controles son sumamente burocráticos y tediosos. Otros aspectos están referidos al nivel educativo, la estructura productiva y las tendencias demográficas, un mayor nivel educativo reduce la informalidad. Por otro lado, siendo la orientación de la actividad productiva hacia sectores primarios, en lugar de procesos industriales, hace que la informalidad se incremente.

Las consecuencias de la informalidad son graves, los trabajadores no tienen acceso a los servicios de salud, a un sueldo digno, vacaciones, gratificaciones, pensión de jubilación, préstamos en el sistema financiero, y en caso de las empresas no tienen posibilidad de acceso al crédito, al crecimiento empresarial, a buscar nuevos mercados y son presas de la corrupción de algunos funcionarios de las instituciones de control o de prestamistas usureros.

Para la economía del país también la informalidad genera serios problemas, si consideramos que el tamaño del sector informal está entre el 40% y 50% del PBI. Con la recaudación de los impuestos de estos nuevos contribuyentes se podría generar infraestructura para el desarrollo de las empresas, mejorar los sistemas de salud y el nivel educativo. Lamentablemente en los últimos años los ingresos provenientes del crecimiento económico fueron destinados para elevar las reservas internacionales netas, o en el desarrollo de infraestructura irrelevantes como la interoceánica o la refinería de Talara, en lugar de destinar los fondos a proyectos que beneficien a la población más necesitada.

La receta de generar tasas impositivas crecientes para las empresas que se formalicen es una mesa con una pata, es incompleta. El Estado, a través de entidades como COFIDE, debería encargarse sin costo alguno para el empresario, y tramitar el RUC, las licencias, permisos etc., bajo una plataforma llevar la contabilidad de estas empresas y lo más importante otorgarles créditos a tasas preferenciales, bajo la modalidad de factoring y/o confirming, de esta manera se puede financiar a toda la cadena productiva o a todo el Cluster (A le vende a B, B a C, D a F).

La formalización es una meta sumamente importante para el desarrollo del país y para mejorar el nivel de vida del 75% de los peruanos que encuentran en el sector informal, pero la solución debe estar enfocada al Costo Beneficio, de otra forma será más de lo mismo.

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