OPINIÓN | Fermín Silva: "La olla social que explotó en nuestra cara"
Hemos visto principalmente a jóvenes marchar por la calles a lo largo y ancho del Perú, con el lema: Merino no es mi presidente y el Congreso no me representa, demostrando que el pueblo está harto de la clase política actual, marchar pacíficamente para reclamar es un derecho constitucional, pero la movilización posiblemente fue infiltrada por interesados de causar violencia, provocando la muerte de 2 jóvenes, para exigir la renuncia del tercer presidente de este quinquenio. Estos jóvenes se han convertido en héroes de la democracia, por lo que le rendimos homenaje y le damos el pésame a sus respectivas familias, pero en realidad es el costo que tenemos que pagar por no saber elegir nuestras autoridades, por la irresponsabilidad de nuestra clase política y un grupo que nunca ha ganado una elección, pero no quiere dejar la mamadera de vivir del Estado mediante ONG o asesorías intrascendentes.
Merino asume la presidencia del Perú constitucionalmente, pero usando procesos probablemente de contubernio y compromisos de repartijas futuras que el tiempo no le alcanzó porque no estuvo preparado para asumir tremenda responsabilidad, porque solo habló 2 veces, una cuando asumió el cargo y otra cuando renunció, creando incertidumbre en la población por la falta de rapidez en dar un mensaje a la nación tranquilizador, para presentar su equipo ministerial que le acompañaría en el Ejecutivo, demostrando la falta de capacidad para dirigir un país con todos los problemas que tenemos. Sin embargo, sus ministros renunciaron mayoritariamente antes que él, situación que el pueblo debe tomar nota para que estas personas jamás deben asumir un cargo público, porque han demostrado que no les interesa nuestra salud, nuestra economía, nuestros problemas que son graves por la pandemia, solo pensaron quedar bien con ellos mismos. Por eso un reconocimiento al premier y a los ministros que no renunciaron porque esto significa que pusieron por encima de todo al Perú, para no dejar un vacío de poder, como un barco a la deriva que el Perú no se merece.
Para salir de esta crisis debemos hacerlo constitucionalmente para no perder lo que hemos logrado con tanto esfuerzo, por eso el Congreso tiene la oportunidad de sacarnos de esta paralización. El Congreso nos sometió en esta crisis vacando al presidente Vizcarra, quien por cierto debe ser investigado y encarcelado si es culpable. Pero al hacerlo dejaron de pensar en el Perú primero y siguieron sus intereses personales o partidarios porque no tenía sentido que a solo 7 meses de las elecciones generales, corramos el riesgo de entregar la conducción del país a una persona que no estuvo preparado, lo cual queda demostrado con la explosión social que se ha originado. Por eso el Congreso debe actuar con altura y honor para sacarnos de la crisis política que nos ha originado.
Todos los peruanos debemos aprender la lección para elegir nuestras autoridades, usando la razón para no elegir incapaces y corruptos que solo piensan en servirse del poder. Es lamentable que el Perú exhiba un récord vergonzoso que nuestros 6 últimos presidentes estén involucrados en actos de corrupción que los ha llevado a la cárcel o al suicidio.