OPINIÓN | Eduardo González Viaña: "Los latinos que apoyan a Trump"
Muchos comentaristas norteamericanos están desconcertados ante el sólido apoyo que la comunidad latina ha dado al presidente Trump, y que en algunos lugares como Florida ha sido determinante para su triunfo allí.
Olvidan quizás que quienes le dieron la victoria hace 4 años fueron los que menos pueda pensarse: los norteamericanos más pobres de los estados mediterráneos y los latinos, especialmente de Florida.
El elector de Trump suele ser un hombre “blanco”,de pocos recursos económicos y de educación incompleta quien cree que su baja posición en la sociedad se debe a la llegada de los inmigrantes y sostiene con fe los valores individualistas -antiseguro social y anti-seguro de salud- que pregona el hombre del peluquín.
Para Stephen Miller, asesor senior del presidente y quien, según el New York Times, le hace sus discursos, los votantes de color (negros y latinos) son “una amenaza contra la prosperidad y la seguridad nacional”.
Influido por estas y otras aseveraciones trumpianas, Patrick Crusius, un texano de 21 años, decidió tomar un rol supuestamente heroico para sus convicciones derechistas.
Entró en una supertienda, ametralló a unos noventa latinos. 22 resultaron muertos.
¿Y los latinos, qué y por qué? Hay que diferenciarlos según orígenes nacionales, edad, religión o nivel de escolaridad.
Hay muchos latinos católicos o protestantes fundamentalistas para quienes el hecho de que Trump los llame violadores o ladrones o ponga a trabajadores indocumentados y a sus niños detenidos en jaulas es menos importante que el hecho de que apoye sus visiones en torno al matrimonio homosexual o el aborto.
Lo podemos entender los peruanos. Aquí, la mayoría de los “blancos” no lo son, pero se “blanquean” choleando.
¿Un ejemplo peruano? El 2 de 2012, George Zimmerman vio que Trayvon Martin, de 17 años, comía caramelos en una banca del parque de Sanford, Florida. Eso le pareció sospechoso. Lo mató.
George no es un pelirrojo. Hijo de afroperuana y de gringo, es una mole de 140 kilos, y los rasgos de su rostro son de diseño afroamericano, pero de color claro, lo que en el Perú se suele llamar un “negro lavado”.
Ante la policía, el juez y la televisión justificó su crimen aduciendo que lo había cometido en legítima defensa porque el adolescente era negro... y, según él, los negros son generalmente delincuentes. Como en la canción de Celia Cruz, diría “Yo lo maté por ser tan bembón”.
También te puede interesar: OPINIÓN | Eduardo González Viaña: “¿Sabe usted lo que es un déja vu?”
También te puede interesar: OPINIÓN | Eduardo González Viaña: “¿Felices fiestas o feliz Navidad?”
También te puede interesar: OPINIÓN | Eduardo González Viaña: “Réquiem por una estrella”