OPINIÓN | Eduardo González Viaña: "La vuelta al mundo desde el Callao"
DEL CALLAO, partió el 25 de octubre de 1856 la fragata peruana “Amazonas”. Sería el primer barco sudamericano en dar la vuelta al mundo. El primer puerto que tocaría fue Hong Kong. La orden la dio el presidente Ramón Castilla.
Es la razón del homenaje que el próximo 25 vamos a rendir al más importante mandatario del siglo XIX en una reunión en Canberra, Australia. Diez embajadores peruanos de Asia y Oceanía, junto a José Antonio Mazzotti, presidente de la Asociación Internacional de Peruanistas y yo, como autor, presentaremos en ese acto “El largo camino de Castilla” en una emisión que podrá verse y escucharse en todo el mundo.
¿Cómo ocurrió la hazaña? Vamos a recordarlo. Lo cuenta el capitán de corbeta Jorge Ruiz Sotelo. La “Amazonas” había sido comprada en Londres en 1850 durante el corrupto gobierno de Echenique. Por circunstancias no aclaradas, la nave llegó al Perú en estado calamitoso.
Para repararla, era necesario un dique, y el más próximo se hallaba en San Francisco. Lo cierto es que la inmensa inversión se había ido literalmente al agua.
Una mañana de fines de septiembre, los marinos del Callao vieron arribar un jinete solitario. Era nada menos que el presidente Castilla, quien había cabalgado desde Lima para decirles:
- Nos vamos a Hong Kong!
En menos de un mes y bajo la supervisión del presidente, la fragata estaba lista para cruzar el Pacífico, y lo hizo. El 24 de diciembre llegaba al gran puerto chino, pero allí comenzaron otros problemas.
Las guerras del Opio imposibilitaron las reparaciones. Y aquí, como en todo lo relacionado con Castilla, parece comenzar una novela. Dirigida por el capitán Boterín, la fragata avanzó hasta Calcuta, donde se hicieron las reparaciones y se la completó de artillar.
En Calcuta, la peste bubónica mató a 38 tripulantes, incluido el médico. Las órdenes de Lima fueron entonces que avanzaran hasta Inglaterra. Mientras tanto, en el Perú había estallado la sublevación de Vivanco, y buena parte de la armada se le plegó. En Londres, el capitán Boterín recibió la orden de su destitución por temor a que llevara la nave hasta los sublevados.
Desde allí, pasaron al Brasil y, por fin, cruzaron el estrecho de Magallanes. Desde Chile navegaron sin novedad hasta el Callao, donde llegarían el 28 de mayo de 1858.
Habían dado la vuelta al mundo en un año y 7 meses. No hay tanto espacio para tanta historia.