OPINIÓN | Eduardo González Viaña: "El guardaespaldas"
Cuando usted lea esta nota, ya se conocerá el resultado numérico y la proyección estadística de la votación en Estados Unidos quizás favorable al candidato demócrata, pero no se sabrá todavía quién es el nuevo presidente del país...a menos que Biden haya triunfado de forma arrolladora.
Lo que sabrá, y se sabe hoy, es que dos conceptos de masculinidad se han enfrentado en la campaña.
La más estrepitosa es la supuesta masculinidad del presidente Trump, el que se abre paso a codazos, el que está por encima de lo que llama “loosers” (derrotados, muertos de hambre, etc.), el partidario de las armas de fuego, el que no sabe encontrar en el mapa dónde queda Uruguay y el que acaso cree que Bach y Beethoven son dos marcas de cerveza alemana.
Este tipo de varonilidad se ha expresado, durante su mandato, en fanfarronadas como éstas entre muchas otras: “las mujeres son, en esencia, objetos estéticamente agradables” y “Si eres famoso puedes coger a las mujeres por el coño” O: “los hombres que cambian pañales actúan como si fueran la esposa”.
Estas frases y los gestos de manoseador y putañero le han servido para obtener el voto del “americano” que gusta de ser llamado macho cuando en realidad está poco seguro de serlo. En el caso del presidente, algo tendrá que ocultar cuando paga millones para cerrar la boca de las trabajadoras sexuales que durmieron con él.
Tal vez esta mañana del miércoles ya habrá desaparecido del planeta el signo ominoso de esa larga ortodoncia que llama Trump. Tal vez, no. Sea como fuere, lo que queda en evidencia es que la imagen transmitida a los norteamericanos no fue la de un varón común. Fue la de un pesado guardaespaldas.
Y no lo dice un crítico. Lo señalan sus partidarios más cercanos. En la última convención republicana, el mundialmente temible presidente fue calificado por el conservador Charles Kirk como “el guardaespaldas de la civilización occidental”.
El elector de Trump suele ser un hombre “blanco”, de pocos recursos económicos y de educación incompleta quien cree que su baja posición en la sociedad se debe a la llegada de los inmigrantes y las mujeres que llegan a la universidad.
Los americanos que -en la era Trump- han salido del clóset para declararse xenófobos, homófobos y racistas deben de ser la poca gente del planeta a la que gusta salir acompañada por este inefable guardaespaldas.