05/06/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Vi a Emilram Cossío en el papel de 'El Sinchi' y pensé: le ha llegado la madurez teatral. Inmediatamente, vino a mi mente la imagen del profesor Aristóteles Picho interpretando al mismo personaje en Pantaleón y las visitadoras, la cinta de Francisco Lombardi inspirada en el libro de Mario Vargas Llosa, y que ahora se monta como musical sobre las tablas del Teatro Peruano Japonés.
En esta obra, otra prueba más de la buena dirección que ejecuta Juan Carlos Fisher, Emanuel Soriano interpreta a Pantaleón Pantoja, 'Pantita', quien es el encargado de montar un servicio de prostitutas para que satisfagan las necesidades sexuales de las tropas del Ejército Peruano en la Amazonía.
Siendo él “un hombre de acción”, y que sufre una gran transformación conforme avanza la obra, destacan también por su experiencia Yvonne Frayssinet ('La Chuchupe'), Paul Martin (General Collazos) y Gustavo Bueno (General Scavino). Ellos son, en buena parte, los personajes de peso. A ello se suma el crecimiento como actriz de Melissa Paredes ('Pechuga'). Ojitos hechiceros ha sido una buena escuela para ella.
La escenografía es A1: nos trasladan desde una oficina militar en la capital a la frondosa selva y nos invitan a viajar en el típico barco con balcón desde el cual nos saludan y se despiden las “visitadoras” después de cada intervención. Quizás nosotros como espectadores podamos identificarnos con cada personaje que integra el pelotón en la obra.
Duele ver la muerte de 'Olga', 'La brasileña' (Milett Figueroa), quien es “víctima de la sociedad y de la violencia del hombre”. Una clara referencia a los feminicidios que ocurren en nuestro Perú. Un acierto incluir a un hombre como “visitador”: a través de la sátira se aborda un tema tabú en la institución castrense -la homosexualidad- y se da pie a la promoción de la tolerancia.
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