OPINIÓN | Carlos Jaico: "¿Vamos hacia el fin de las ideologías?"
Si de ideologías hablamos, históricamente el Perú ha mantenido una tendencia de izquierda durante las elecciones para pasar al centro en segunda vuelta y, finalmente, de centroderecha durante el gobierno.
Acostumbrados a estos esquemas electorales, los candidatos son lo más extremos durante la primera vuelta, para luego ajustar sus planes de gobierno al gusto del electorado, el cual decide en función de sus apremiantes necesidades. Así, se podría decir que en estas elecciones la pandemia, las necesidades de camas UCI, oxígeno, la inseguridad, así como la pérdida de empleos han hecho que las demandas electorales sean mucho más de izquierda. Esto se confirma por los resultados de la primera vuelta, lo cual prueba que el país tiene demandas que aún no han sido escuchadas por la clase política.
Ideológicamente entonces, el electorado parece haber ido más allá en sus reivindicaciones de izquierda, sin ser radical. Tan es así que la votación de la primera vuelta muestra un declive importante, donde las provincias han prácticamente aislado a Lima. Son en parte, un golpeado sector B quien más ha optado por ser de izquierda y, sin sorpresa, los sectores C, D y E. Al frente, persiste un sector de derecha el cual se posiciona con un claro pendiente liberal y conservador.
Por irónico que parezca, la pandemia y su descarnada realidad han llevado la economía a ser mucho más planificada y menos liberal. Así, la demanda por asistencia y protección del Estado ha hecho que intervenga directamente, aumentando la deuda pública y liberando importantes fondos para el sector salud, educación y para reactivar empresas que estaban por cerrar. En consecuencia, la importancia de la planificación ha servido para luchar contra las consecuencias de la pandemia.
Esta situación debería llevarnos a ver esta coyuntura desde una perspectiva más amplia. Esto debido a que, pasada la pandemia, otros problemas como el cambio climático, la falta de agua, la desigualdad, la pérdida de nuestra biodiversidad y todo lo que ponga en juego el futuro de nuestras próximas generaciones va a obligar a optar por un Estado mucho más participativo y, por ende, planificador.
Llegar a este punto de “Acuerdo Nacional” implicaría que izquierda y derecha actúen de manera altruista, dejando de lado la excesiva ideologización de sus propuestas y superando el egoísmo de la competición electoral.
Este inminente entendimiento político, donde se reconoce la verdadera función del Estado, hace la diferencia entre países desarrollados y los que todavía no lo son. O no lo serán.
◼ Más de Carlos Jaico:
OPINIÓN | Carlos Jaico: "¿Es necesaria la cuestión de confianza de investidura?"
OPINIÓN | Carlos Jaico: "El camino hacia el desarrollo"
OPINIÓN | Carlos Jaico: "Ser o no ser de las reformas constitucionales"