31/07/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
A hora que recordamos la efeméride de la independencia de nuestra patria, al cumplirse doscientos años de ella, me hace rememorar una clase de un gran maestro que tuve en el Colegio La Salle y que también daba clases de Historia en el Colegio Guadalupe. Se trata del doctor Calvo y Pérez.
Ese gran profesor en sus clases sobre la Historia del Perú, capítulo de la independencia, se prodigaba hablándonos de los precursores de la Independencia, sus ideas y concepciones, sus discursos y escritos, fuesen ellos nacidos y educados en el Virreinato del Perú o en la Península Ibérica.
Sus expresiones sobre las campañas militares para la Independencia, si bien muy interesantes, eran menores que las de las ideas de los precursores. Como muchachos en aquel entonces, la verdad es que nos fascinaba el relato de la gesta de don José de San Martin, viniendo desde Argentina y pasando por Chile para llegar al Perú y peleando con los realistas y sus tropas hasta declarar la independencia del Perú.
También fascinaba la epopeya de don Simón Bolívar, oriundo de Venezuela que formaba parte de lo que fuera antes territorio de la Gran Colombia, quien llegó al Perú para consolidar su independencia en la gran batalla de Ayacucho.
Le preguntamos al profesor Calvo y Pérez el motivo por el cual nos hablaba más de los precursores que de las batallas liberadoras y sus epónimos personajes y, su respuesta fue esclarecedora y elocuente. Si es que no se hubieren dado y explicado las ideas, no habrían existido ni las batallas ni la independencia. Reafirmó su expresión diciendo que las ideas se anticipan a los hechos y así fue en la independencia.
Nos dijo algo más, que las ideas de los precursores fueron previas, no solamente a la independencia del Perú sino de toda América y que las ideas que se originaron en el Perú no tuvieron como correlato que los peruanos iniciaran las gestas heroicas independentistas, ya que el poder de la realeza española se concentraba con mayor vigor en el Virreinato del Perú.
Probablemente se preguntarán a que viene todo lo expuesto y la respuesta es que no solamente es para el recuerdo de las ideas independentistas de los ideólogos de la emancipación, sino para advertir que para que el comunismo no se imponga en nuestra patria, hay que dar a conocer los beneficios del sistema democrático republicano y la toxicidad del comunismo sustentado en el pensamiento marxista y leninista. Si fuere posible, ir más allá, dando a conocer el desastre de los países que abrigaron el comunismo frente a los países que tienen una economía de mercado o social de mercado que promueve la inversión generadora de trabajo, con el cual se obtiene mejora en los niveles de vida de la población.
Hay que dar la lucha por las ideas, que es precursora de las acciones políticas y electorales y, como herramienta debe usarse a aquella prensa que no se ha dejado doblegar y que nunca será rabona del poder.
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