Santa Anita: padres llevan cinco años esperando la reconstrucción de colegio que se cae a pedazos
Las clases presenciales están próximas a iniciar el 28 de marzo; sin embargo, no todos los colegios del país están listos para volver a recibir a sus alumnos, como es el caso de la institución educativa José María Arguedas Altamirano (Santa Anita), que, literalmente, se cae a pedazos desde el 2017.
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Exitosa llegó hoy a este punto de la capital para dialogar con los padres de familia que se concentraron desde temprano para exigir que el Gobierno reconstruya la institución educativa, que alberga a unos 900 estudiantes de primaria y secundaria.
Al unísono narraron que en 2017 sus hijos fueron retirados de las aulas para llevar clases en unos módulos instalados en una loza deportiva cercana a la institución, con la consigna de que el colegio sería reconstruido.
Pero han pasado cinco años y el panorama sigue siendo desalentador: un techo que está por caer, puertas de las aulas que cuelgan de las bisagras y muros que se han desmoronado, además de conexiones eléctricas que están expuestas.“No es posible que nuestras autoridades estén echándonos al abandono. Por eso estamos aquí reclamando y pidiendo al Estado que haga su trabajo y reconstruya las aulas”, claman los angustiados padres.
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Consultado por los problemas de infraestructura, el director del colegio, Horacio Gupioc, detalló que su gestión ha elaborado un proyecto de inversión con el fin de reconstruir la I.E. José María Arguedas, pero desde Programa Nacional de Infraestructura Educativa (PRONIED) le han indicado que su colegio se encuentra en el puesto 1 741 de 2 300 colegios que requieren remodelación.
A ese paso, Gupioc estima que el expediente técnico estaría listo ¡en 2024!, y la reconstrucción iniciaría entre el 2025 y 2026. O sea, los estudiantes deberán esperar al menos cuatro años más para recibir clases en las mejores condiciones.
Ante el retorno de la presencialidad, el director detalló que en la institución educativa se aplicará el esquema de semipresencialidad, pues utilizarán los módulos temporales para recibir a sus alumnos. “Una semana vendrá un grupo y la próxima otro”, acotó.
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