“La nacionalización del gas en Bolivia nos dio una ilusión por solo diez años”, indicó Ríos
A raíz de la reciente publicación del premier Guido Bellido en donde da a entender que se podría evaluar la opción de nacionalizar el gas de Camisea, este martes, en 'Exitosa te Escucha', dialogamos con Álvaro Ríos Roca- exministro de Hidrocarburos de Bolivia y director de Gas Energy Latin América (GELA), para que nos brinde luces sobre cómo fue la nacionalización del gas en su país y cuales fueron los resultados.
“Es importante ver el momento en el que se toma la nacionalización del gas en Bolivia. Se hace una ley que recauda mucho más y luego se decide tomar campos e instalaciones que habían sido capitalizadas [...] El proceso de la ley de hidrocarburos, sumado a la nacionalización, permitió ingresar a Bolivia más de 45 mil millones de dólares en exportaciones de gas, con una renta gasífera muy elevada”, indicó en primera instancia, Ríos Roca.
Incluso, el exministro señaló que estos fueron los años de bonanza para Bolivia, pero a partir del 2015, año en el que caen los precios, las cosas cambiaron. “Lo que no permitió la ley de hidrocarburos, como la nacionalización, fue reponer a 'la vaca'. Nos dedicamos solo a 'ordeñarla'”, precisó.
“Antes podíamos exportar 30 millones de metros cúbicos día. Ahora solo podemos exportar 20 y el 2025 solo podremos exportar 5 o 4. La nacionalización (del gas) fue pan para ayer y pobreza para mañana, en tema de hidrocarburos”, agregó Ríos Roca.
El exfuncionario también indicó que si en su país no se realiza un cambio en el modelo económico, en 10 años, Bolivia terminará importando gas natural. “La nacionalización del gas nos dio una ilusión por unos diez años. Luego de eso, hubo un periodo de declinación de producción petróleo, de gas natural, de condensado. El país actualmente importa 70% del Diesel, 50% de gasolina. Ahora, el actual ministro de hidrocarburos dice que necesitamos una reforma para atraer al capital privado nuevamente”, manifestó.
En esa línea, Ríos se refirió a la publicación amenazante que hizo el primer ministro sobre el gas de Camisea. “Como recomendación al gobierno peruano, le diría que no espanten al capital privado [...] Ese tipo de publicaciones espantan al capital privado que está en hidrocarburos y también al que está en minería”, acotó.
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