02/12/2021 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
Juan Dávila Amezquita tiene 57 años. Con mucho esfuerzo forjó su propia librería en 1995 al frente del Colegio 7228 Peruano Canadiense, en Villa El Salvador (VES). Fruto de su duro trabajo, pudo construir su casa y costear los estudios de sus tres hijos. Pero la pandemia del COVID-19 cambiaría su vida para siempre.
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Dávila interceptó esta mañana a Nicolás Lúcar antes de que este ingrese a los estudios de Exitosa. Le entregó una carta y pidió difundir su caso.
Según detalla, a través de la misiva, sus principales clientes eran los estudiantes de la institución educativa en mención. Pero se registraron los primeros casos de COVID-19 en Perú y en marzo del año pasado las clases se trasladaron de las aulas a la virtualidad. Juan afirma que esta situación lo ha afectado severamente, sobre todo porque tiene dos préstamos financieros que no ha podido pagar.
“Por culpa de esta maldita pandemia no tengo a mis principales clientes: los alumnos. Me he tomado el atrevimiento de contar esta historia porque estoy desesperado y casi al borde de la locura”, indica.
Tiene deudas con dos cajas financieras. Solo le faltaban S/ 3.000 para cancelar una de ellas, pero, en el momento, no contaba con el dinero y la entidad amenazaba con cobrarle hasta S/18. 000 en caso de reprogramación. En medio de su desesperación, cometió el 'peor error de su vida': pedirle un préstamo a los 'colombianos'.
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“Ya no puedo más. Se acabaron todos mis recursos y ya no puedo cumplir con mis deudas. Tengo dos préstamos de dos cajas que me acosan casi todos los días. Solo me faltaban 3 mil soles para cancelar la deuda con una de las cajas, pero me querían cobrar más de 18 mil. Para el colmo cometí el error fatal de pedirle dinero a los colombianos”, comenta en la misiva.
Ahora no puede pagarles a los extranjeros, quienes, muy ofuscados, ya han amenazado con quemar la librería. Teme perder lo poco que le queda, por eso hace un llamado al Gobierno para atender la problemática de los deudores financieros que no pueden cumplir con sus pagos por la crisis económica que generó la pandemia.
“Como no les puedo pagar, los colombianos me han amenazado lo poco que queda de mi negocio si no les pago. Mi temor es que lo cumplan...”, puntualiza.
Al terminar de leer la carta, Lúcar dijo lo siguiente: “Esta historia es la de millones de peruanos en este momento. Gente de trabajo que se ha roto el lomo trabajando para educar a sus hijos y construir una vida, pero están a punto de perderlo todo porque no pueden pagar. ¡Necesitan un salvavidas!”
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