24/10/2023 / Exitosa Noticias / Virales / Actualizado al 24/10/2023
En las últimas semanas, las redes sociales se han visto inundadas con un emotivo reencuentro que ha tocado los corazones de miles de personas. La historia de unos exalumnos que volvieron a su escuela secundaria con el propósito de ayudar a un vendedor ambulante que en el pasado les fiaba y prestaba dinero durante sus años escolares, ha generado una profunda emoción en la sociedad.
Un tierno gesto de gratitud
El emotivo encuentro se reveló en una cuenta de Facebook de un medio peruano, y el video que se compartió ha sido visto y compartido por personas de todas partes del mundo. La historia relata el reencuentro de la generación de 1998 del Colegio Peruano Coronel Bolognesi, quienes regresaron a la zona donde estudiaron después de 25 años, con un propósito muy especial en mente.
En el video transmitido por Facebook, se revela que estos exalumnos, ahora adultos exitosos, regresaron para agradecer a un hombre que fue más que un simple vendedor ambulante para ellos. Su nombre es Luis Estrada, y durante más de 40 años, ha estado vendiendo dulces afuera de la escuela.
Durante todo ese tiempo, ha sido testigo de numerosas generaciones de estudiantes que pasaron por ese lugar, pero para la generación de 1998, Don Luis fue mucho más que un vendedor.
Un generoso vendedor ambulante
Don Luis Estrada no solo vendía dulces, sino que también brindaba apoyo económico a los jóvenes estudiantes. Les fiaba sus productos y les prestaba dinero para que pudieran completar el costo de sus pasajes de transporte. Fue un gesto de generosidad que marcó profundamente a estos estudiantes y que nunca olvidaron.
Cumplieron su "deuda pendiente"
En el emotivo reencuentro, los exalumnos llevaron consigo cajas llenas de dulces para que Don Luis pudiera vender en su puesto. También le entregaron una camiseta de su generación como símbolo de gratitud y respeto. Además, recolectaron una suma de dinero como parte de una colecta para ayudar a su antiguo benefactor.
Uno de los exalumnos expresó: "Don Luis siempre nos prestaba para nuestros pasajes. Le empeñábamos nuestra insignia del colegio por una galletita, siempre nos daba fiado. Hoy, nos toca pagar nuestra deuda con intereses".
Este gesto de gratitud simboliza la profunda impresión que Don Luis dejó en sus vidas y cómo su generosidad cambió el rumbo de muchos de ellos.
La historia de estos exalumnos es un recordatorio de cómo los pequeños gestos de bondad y apoyo pueden tener un impacto duradero en la vida de las personas. Además, es un ejemplo de cómo el agradecimiento y la voluntad de devolver esa bondad pueden unir a las comunidades y recordarnos la importancia de ayudarnos mutuamente.