08/03/2023 / Exitosa Noticias / Virales / Actualizado al 08/03/2023
En República Dominicana, la familia de Julio Alberto Pier causó revuelo en las redes al manifestar que el joven de 27 años, habría revivido durante su funeral. Ellos se negaban a darle el último adiós asegurando haberlo visto levantarse y tomar algo de sopa con los asistentes. Tras ver esta sorprendente situación, le colocaron un espejo debajo de sus fosas nasales para ver si este se empañaba con su respiración, y así sucedió.
"Se sentó en el féretro, parpadeó y agarró de las manos a un familiar. Él está respirando y esa es la prueba, la del espejo", manifestaron algunos de ellos.
Sin embargo, personas allegadas al joven indicaron que su deceso fue producto de una brujería haitiana. Ante la incertidumbre de si estaba vivo o no, todos decidieron llevar el cuerpo a una habitación de la casa con la esperanza de que pronto se recuperara. Según manifestaron, "sus extremidades permanecían flexibles y respiraba de forma deficiente".
Además, los allegados mostraron su molestia por las autoridades del Ministerio de Salud Pública, quienes nunca llegaron para definir su estado real.
El joven sufría de problemas pulmonares debido a su excesivo consumo de cajetillas de cigarros al día, de acuerdo con lo señalado por el hospital Francisco Moscoso Puello. "Ya él no está tan flexible, ahora está duro", explicó su viuda, Jessica Santana, por lo cual, la familia de Julio Alberto Pier por fin le dio cristiana sepultura.
Especialistas responden
Ante la conmoción de este caso, investigadores y especialistas brindaron su opinión sobre qué sucedió realmente con el caso. La psicóloga, Celines Madera indicó a un diario dominicano, Diario Libre, que los familiares de una persona fallecida podrían entrar en un sentimiento de negación y culpa, invadidos por varias preguntas como ¿esto no puede estar pasando? ¿por qué él o ella?.
Por otro lado, el patólogo, Sergio Sarita Valdez, manifestó que la "resurrección" del joven tendría dos hipótesis: espasmos post mortem, en la que una persona muerta, durante las primeras 12 horas, podrían presentar espasmos generalizados; y la otra, negación por parte de la familia.