Durante un ataque, las vías respiratorias se estrechan debido a la hinchazón y la inflamación, y los músculos que las rodean se tensan. El cuerpo también produce más mucosidad, lo que restringe el paso del aire a través de los bronquios y dificulta aún más poder respirar adecuadamente. Un ataque asmático, así como controlar el asma, es posible teniendo en cuenta estos tres puntos: conocer la enfermedad; aprender a vivir con ella; y cumplir con...