Regresar al trabajo presencial después de 107 días de estar confinados en sus viviendas no solo afecta a las personas, sino también a sus mascotas. Ese efecto negativo de la “nueva normalidad” repercute sobre todo en los perros, ya que se ven privados de golpe de la atención y compañía que tenían en todo momento. De acuerdo a especialistas, si la separación es brusca, el perro—un animal sociable por naturaleza— puede desarrollar ansiedad, frustración o...