10/09/2024 / Exitosa Noticias / Salud / Actualizado al 10/09/2024
El consumo de alcohol ha sido una constante en la cultura humana a lo largo de los siglos, con efectos ampliamente reconocidos sobre el comportamiento. Sin embargo, uno de los aspectos más intrigantes del alcohol es su supuesta capacidad para hacer que las personas sean más sinceras. Pero, ¿Cuánta verdad hay en esta afirmación? La ciencia ha comenzado a explorar esta cuestión, ofreciendo respuestas fascinantes.
El impacto del alcohol en el cerebro
El alcohol afecta varias áreas del cerebro, siendo la corteza prefrontal una de las más impactadas. Esta región es crucial para el razonamiento, el juicio y la toma de decisiones.
Al inhibir la corteza prefrontal, el alcohol reduce las restricciones sociales y morales que normalmente mantenemos, lo que lleva a una mayor impulsividad y desinhibición.
Este cambio en el funcionamiento cerebral puede explicar por qué muchas personas se sienten más sinceras o abiertas después de beber.
Aaron White, líder del Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo, señala que el alcohol nos hace más propensos a expresar lo que tenemos en mente.
Esto puede llevar a que las personas digan cosas que creen que son verdad, aunque esas "verdades" también pueden estar distorsionadas por la embriaguez. Por ejemplo, alguien bajo los efectos del alcohol podría hacer promesas que en un estado sobrio no consideraría seriamente.
¿El alcohol nos vuelve más extrovertidos?
Un estudio publicado en Clinical Psychological Science reveló que uno de los cambios más notorios en las personas bajo la influencia del alcohol es el aumento de la extroversión.
En el estudio, los participantes con una concentración de alcohol en sangre de 0.09 %, justo por encima del límite legal en algunos países, mostraron una tendencia a interactuar más socialmente.
Aunque el estudio no investigó directamente si el alcohol es un "suero de la verdad", la correlación entre la extroversión y la honestidad podría explicar por qué las personas parecen más sinceras cuando están bajo el efecto del alcohol.
El alcohol no solo aumenta la apertura, sino que también intensifica las emociones. Michael Sayette, profesor de psicología en la Universidad de Pittsburgh, explica que el alcohol amplifica tanto las emociones positivas como las negativas.
Esto significa que una persona bajo los efectos del alcohol podría expresar más abiertamente sus verdaderos sentimientos, pero también podría exagerar o malinterpretar esos sentimientos.
Este aumento en la volatilidad emocional puede llevar a que alguien diga cosas que realmente no siente, o que se arrepienta de haber dicho más tarde.
Aunque el alcohol puede reducir las inhibiciones y hacer que las personas hablen con mayor libertad, no debe considerarse un suero de la verdad. Los efectos del alcohol sobre el cerebro son complejos, y lo que se dice bajo su influencia no siempre refleja los verdaderos sentimientos o intenciones de una persona cuando está sobria.