Víctor García Belaunde: “A Odebrecht no le interesa el Perú y solo quiere llevarse USD 2 mil mllns.”
Víctor Andrés García Belaunde, jurista, varias veces parlamentario, figura prominente de Acción Popular y autor de cinco libros, habla sobre uno de los grandes problemas del país: la corrupción.
En pocas palabras, ¿cómo ve al Perú?
La situación política es básicamente complicada por la polarización de la sociedad; es un poco la herencia de los años 30 en los que el escenario político lo marcaba la pugna entre el aprismo versus el militarismo; ahora la división es entre el fujimorismo y el antifujimorismo. Una polarización que se fermentaba desde hace mucho pero que se acentuó en la segunda vuelta electoral de 2016, cuando candidatearon a la presidencia Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori.
Aquí la cuestión judicial tiene mucho peso...
Antes, la lucha política se hacía en la calle, en el Parlamento o en los locales partidarios, ahora la política se ha judicializado y se hace en las audiencias, los pasillos del Palacio de Justicia o del Ministerio Público. Ahora, lamentablemente, se toman posiciones en los juzgados, en los tribunales. Un juez o un fiscal responde ahora a alguno de los sectores en pugna...
Los políticos sometidos a investigación son un ejemplo...
Sí, evidentemente. Los casos de Keiko Fujimori, Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala o Susana Villarán han trasladado el debate político a los tribunales. Allí, algunos están a favor de uno y en contra de otros; algunos consideran que Humala es inocente y García culpable; otros piensan al revés o también que todos son corruptos; y en las calles hay protestas de gente joven comprometida con la política, que exige la salida de un juez o que saquen a un fiscal o se ponga a otro. Eso es casi como una justicia callejera, es como una justicia popular, eso es polarización.
Sectores de la opinión pública ven una justicia sesgada...
Vimos que sacaron al fiscal (Hamilton) Castro en julio pasado, quien en un informe señaló que Odebrecht no cumplió con sus funciones y que mintió; vemos que el Banco Mundial dice también que Odebrecht no ha cumplido con el país, pero, sin embargo, la gente aplaude al fiscal José Domingo Pérez y está bien que lo aplauda, pero el fiscal Pérez está llevando la investigación en un solo sentido. Ahí tiene el caso de José Paredes, hermano del exministro Carlos Paredes, involucrado con una coima de USD 17 millones, pero no hay prisión preventiva. Pero se impone esta sanción a un policía que cumple con su deber en Piura y que tiene arraigo porque pertenece a una institución armada. Lo de Odebrecht se conoce desde hace tres años pero nunca ha sido embargada, intervenida, confiscada, ni se le ha impedido nada; pero se le ha permitido vender y llevarse la plata; tampoco hay notificación para otras personas cuyo proceso recién empieza.
¿Algo bueno puede salir del acuerdo de colaboración con Odebrecht?
Yo no espero nada de los gánsteres, de un cartel de la mafia internacional como es Odebrecht, que fue creada por el delito y para el delito. Ellos solo buscan seguir chantajeando al Perú y ahora nos han vendido la idea de que van a hablar; nadie puede asegurar lo que van a decir sobre las cuatro obras, cuando se sabe que coimeó en todo. El presidente de Capeco ha declarado que todas las obras públicas a cargo de Odebrecht se han hecho con coimas y aceptar que solo ha habido coimas en cuatro de ellas y no en el resto, es un delito.
¿No hay paridad entre la reparación civil de S/ 610 millones y lo que “ganó” Odebrecht?
Se estima que gracias a las coimas y los sobreprecios, Odebrecht obtuvo ganancias por USD 5 mil millones y, lo peor de todo, es que la empresa brasileña solo va a pagar S/ 610 millones por reparación civil, lo que equivale hoy en día a que el Estado reciba S/ 180 millones en valor real. Pero indigna que aparte de pagar esa miseria, lo hará en un plazo de 15 años, sin intereses y con devaluación. Ellos solo aceptan que sus ganancias ascendieron a S/ 280 millones por coimas.
Es decir, en nada respeta al Perú...
A Odebrecht le interesa sobrevivir en Brasil, no le interesa el Perú. Lo que está haciendo el Gobierno es blindar a la empresa, evitando que quiebre en el Perú para que pueda vender a mejor precio sus empresas, como la hidroeléctrica de Chaglla, Olmos o las Rutas de Lima. Con ese convenio de colaboración va a vender todo a mejor precio. El negocio de Odebrecht es levantarse USD 2 mil millones y el Gobierno se los quiere dar, y da la casualidad que el presidente, Martín Vizcarra, ha sido proveedor de Odebrecht. La empresa está obligada a irse del país porque los bancos extranjeros le exigen que pague sus deudas que tiene en el mundo. Por ejemplo, estas entidades crediticias la han obligado a que en Brasil venda sus dos principales negocios vinculados al etanol y el azúcar. Entonces, Odebrecht quiere levantarse del Perú todo el dinero que sea posible para pagar sus deudas en Brasil
Estiman que por los laudos arbitrales, Odebrecht cobró entre 2003 y 2016 más de 254 millones de dólares, lo cual es otro capítulo del mismo tema...
Claro, pero eso no se toca. Y en los laudos arbitrales le quiero decir que hay abogados que salen a opinar a favor del acuerdo y que han sido árbitros o parte de los estudios de abogados que defendieron esos laudos. Esa ley de arbitraje debe cambiarse porque ha habido abogados que están en ejercicio y que algunos de ellos han sido defensores o socios de Odebrecht pero que han participado de esos arbitrajes. Y tenemos que abogados que han sido árbitros nombrados por el Estado y que le han dado la razón a Odebrecht y luego contratados por Odebrecht para que les den la razón a la empresa. Eso es una falta de ética y sobre lo cual el Colegio de Abogados no dice nada.