Pedro Cateriano: “Las argucias legales y políticas de Alan García ya no funcionan”
Pedro Cateriano, también exjefe del Gabinete del gobierno de Ollanta Humala, explica las implicancias políticas, sociales y económicas que tiene la corrupción en el país y la alianza entre el fujimorismo y el aprismo, como lo revela ya en su libro “El caso García”.
-Doctor Cateriano, la corrupción marca nuestra historia...
La mayoría de peruanos creímos que con la caída de la dictadura de Fujimori y Montesinos los hechos de corrupción no se iban a repetir; pero, lamentablemente, hemos visto que un presidente que enarboló la lucha contra la corrupción y que fue elegido por esa razón, como Alejandro Toledo, terminó vergonzosamente manchado y ahora está prófugo. Alan García, que tuvo una segunda oportunidad porque su primer gobierno fue calamitoso y manchado de corrupción, y en su segundo gobierno se descubrieron los sobornos de USD 24 millones que le pagó Sergio Siragusa por la construcción de la primera etapa del Tren Eléctrico. García inició su segundo mandato sin propósito de enmienda.
-El pago de USD 100 mil que recibió Alan García de parte de Odebrecht, fue simulado, según Marcos de Queiroz Grillo, el responsable de la Caja 2, la caja de los sobornos...
Esta declaración ratifica la versión que Gustavo Gorriti dio hace un tiempo. Porque Jorge Barata le pidió a José Américo Espínola que le pague esa suma a Alan García mediante su estudio de abogados; porque Odebrecht no podía hacerlo al haber logrado contratos millonarios durante el gobierno del mandatario aprista, porque, según la ley, un funcionario, un servidor público, no puede recibir dinero ni dádivas durante y después de su gestión debido al periodo de incompatibilidades. El testimonio (de De Queiroz) agrava la situación penal de García que ya es complicada desde que dictó un decreto de urgencia inconstitucional para favorecer la participación de Odebrecht en la segunda etapa del Tren Eléctrico.
-¿Qué le espera a Alan García?
Ahora, por primera vez, García Pérez va a ser interrogado por jueces independientes y se encuentra en estado de pánico porque sus argucias legales y políticas ya no funcionan. Antes, mediante una acción de amparo, evitó el interrogatorio de los integrantes de la comisión que presidió el legislador Sergio Tejada.
-En su libro 'El caso García', de 1994, usted ya habla de la alianza entre el Apra y el fujimorismo cuando estos últimos impidieron la acusación constitucional, precisamente, contra García.
Sí, es una alianza. Hay que recordar que para evitar la victoria de Mario Vargas Llosa (en 1990) García inició una campaña de demolición contra el escritor; apristas e izquierdistas votaron en segunda vuelta por Fujimori, quien fue elegido con votos del Apra. Eso no se debe olvidar y, luego, para devolverle el favor, Fujimori ordenó que sus parlamentarios voten en contra de la acusación contra García por la matanza en los penales. Luego vino la acusación contra García por un supuesto enriquecimiento ilícito; aquí la bancada de Cambio-90, como se llamaba, se quebró y solamente el grupo que encabezó Máximo San Román votó a favor de la acusación, por eso el caso llegó al Poder Judicial. Recién hemos visto que el propio Javier Velásquez Quesquén ha declarado que ellos, los apristas, tenían una alianza estratégica con Fuerza Popular. A confesión de partes, relevo de pruebas.
-¿Esta alianza va más allá de lo estrictamente político?
Bueno, las estadísticas precisan que en los temas más importantes apristas y fujimoristas han votado juntos. Un cuadro reciente mostró que el 93% de las votaciones han sido iguales. Pero hay cosas inexplicables como, por ejemplo, ¿por qué Keiko Fujimori protege a Alan García? ¿Por qué Fuerza Popular pone sus votos para obstruir la acción de la justicia respecto a Alan García?, eso es algo que debe responder Fuerza Popular.
-¿Cuál es su hipótesis sobre esta protección mutua?
Lo que creo es que el segundo gobierno de Alan García permitió al fujimorismo oxigenarse. En este periodo se paralizaron las repatriaciones del dinero de la mafia Fujimori-Montesinos, que habrían sumado millones de dólares, y todo eso naturalmente terminó favoreciendo al fujimorismo. Hemos visto temas escandalosos como es el caso del secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, a quien nunca ha tocado el Parlamento. Es una alianza para intercambiar favores, por decirlo de alguna manera. Y lo más escandaloso es sobre la investigación del caso Lava Jato, comisión que presidió Rosa Bartra, de Fuerza Popular, y que no encontró ninguna responsabilidad en García, a pesar de que se conocía que hubo un pago de USD 24 millones por la ejecución de la primera etapa de construcción del Tren Eléctrico.
-¿Qué Odebrecht pague S/ 610 millones de reparación civil es lesivo para el país?
Más lesivo para el país es que se mantengan impunes personas que han personificado a la Nación. Es un costo altísimo para la democracia. Que un ciudadano no le tenga fe a su sistema democrático, es muy grave, y estos expresidentes que vienen siendo acusados, como Humala, Toledo, que vergonzosamente ha fugado del país, aparte de García y Kuczynski, tienen que dar cuenta de sus actos y, precisamente, este convenio, que ciertamente no es perfecto, ayudará a que nos acerquemos a la verdad.