OPINIÓN | Víctor López García: Congreso ¿qué es eso?
Este Congreso viene siendo descalificado por sus mismos integrantes por sus exageradas actitudes indebidas; más que por sus ínfimas aptitudes. Al punto que el peor enemigo que tiene el actual Parlamento son sus propios congresistas que en su (¿inmensa?) mayoría pecan por exceso en su comportamiento personal e institucional devaluando la función parlamentaria y perdiendo cada vez más la legitimidad que debieran tener para el cumplimiento de sus funciones como tales.
Un elevado porcentaje de su declive tiene que ver especialmente con la directa relación que tienen con sus ingresos económicos. De una parte, la firme acusación que algunos tienen de ser 'lobbistas' de intereses empresariales que generalmente terminan bloqueando el crecimiento de la economía y atrasando más a los pueblos del país. De otra parte, las propias denuncias de algunos congresistas y de la prensa nacional en una doble connotación. Una, la acusación ya probada en el pasado de que les "mochan" las remuneraciones a sus propios trabajadores como una "especie de cupo obligado" por "darle la chambita" y para "contribuir a sus gastos de campaña". Otra, la más reciente, escandalosa y masiva de que se "tiran" el dinero de los gastos de representación que no realizan, no realizan plenamente, o lo hacen en lugares distintos al mismo tiempo y en las mismas fechas (como irse al extranjero cobrando doble). Por supuesto, esto linda con lo delictivo ya que hacen un uso indebido del dinero público que es de todos los peruanos.
Además, llama la atención los argumentos tontos, torpes e inútiles de algunos congresistas que fungen de moralistas y que tienen una conocida (anterior) buena base educativa y económica. Primero, dicen que ganan poco y que no les alcanza para vivir. Increíble cuando comparamos los magros ingresos que tuvieron muchos de ellos antes de acceder al "paraíso parlamentario". Y mucho más, si comparamos con el SMV y lo que percibe la inmensa mayoría de trabajadores. Segundo, quieren que sus remuneraciones (atrasadas hace 15 años, según una importante congresista) se pongan a tono con la inflación (que no piden para los millones de trabajadores que dicen representar). Tercero, aducen que por ganar poco pueden ser "presas fáciles" de las empresas o "empresaurios" para defender y proteger sus intereses. Con lo que se establece una relación directamente proporcional entre bajos ingresos y delincuencia.
Qué diferencia extrema con los parlamentarios anteriores al gobierno fujimontesinista. Aquellos tenían aptitudes probadas en términos de calidades intelectuales, capacidades políticas y condiciones partidarias. Precisamente pertenecían a los ahora defenestrados partidos tradicionales que tenían bases doctrinarias, lineamientos políticos y propuestas programáticas. Diferentes radicalmente a los actuales congresistas ("saltapericos") que pasan de una ban(ca)da a otra con suma facilidad en base a sus exclusivos intereses personales. Y mucha más diferencia con los históricos diputados y senadores de antaño en lo que corresponde a actitudes demostradas en cuanto a carácter firme, conductas éticas y comportamientos morales siempre.