OPINIÓN | Julio Schiappa: ¿Puede Salvador caer parado?
¿Qué debe hacer el gobierno para recuperarse de la caída del trampolín en las últimas encuestas? ¿Qué debe hacer el premier para no ser arrastrado por el huaico del malhumor de los peruanos? He aquí algunas soluciones sugeridas por la ciencia y la experiencia de procesos similares que hemos visto en el país.
En primer lugar hay que entender por qué se produce la caída de popularidad del presidente. Nada de análisis al paso o empirismo, se requiere conocer las razones subjetivas que hoy permiten comprobar el despecho contra el gobierno y el presidente.
Una segunda tarea es poner orden en la agenda política del régimen, no hay prioridades demográficas y existe una dispersión de la actividad del presidente en multitud de eventos e inauguraciones en todo el país. Y una ausencia presidencial en la persecución al crimen que asuela, arma en mano, las calles y barrios del país.
En tercer lugar, integrar la informalidad a la economía y la sociedad, es la más importante transformación social que el gobierno debe impulsar. Muchos de los mineros informales exportan su oro por Bolivia, que les da una tasa impositiva de solo 1%, mientras a este lado del Titicaca el Estado les cobra hasta 3% por operación. ¿Tiene el presidente Vizcarra claro este punto? Pareciera que no, tanto que su premier no lo puso como eje político significativo en su mensaje de investidura.
Un cuarto punto de esta agenda corta, es el cuete de Las Bambas que se quedó prendido y seguirá ardiendo mientras no haya correcciones radicales al proceso del Corredor Minero del Sur. La primera idea que proponemos es que el corredor, integrado por media docena de minas entre las que destaca Las Bambas debe convertirse en un distrito minero que se integre con un ferrocarril a la costa, el proyecto de un posible mineroducto, carreteras y facilidades logísticas compartidas por los operadores privados y el Estado. Debe incluirse en esta propuesta una gestión social común con todas las comunidades de la zona minera más rica del país. Solo en un marco así, de desarrollo integrado, compartido y sostenible, el Corredor Minero del Sur dejará de ser un subproducto del capitalismo salvaje y una demostración que el mercado es una herramienta crucial para el desarrollo.
La caída de popularidad es un evento político que requiere una estrategia, gestión priorizada del poder y una mejor organización del gobierno. Respuestas políticas que incluyen no meter presos a asesores y dirigentes de una comunidad campesina en pleno proceso de negociación. Barbarismo que merece ser corregido de inmediato.
Caer parado, es el objetivo de toda buena gestión política, ojalá, por el bien del Perú, que magullados y maltrechos, pero vivos y coleando el gobierno resuelva el conflicto de Las Bambas con inteligencia y realismo.