02/12/2018 / Exitosa Noticias / Política / Actualizado al 09/01/2023
POR: JULIO SCHIAPPA PIETRA*
Al ser llamado por su nombre para recibir el saludo del Congreso durante la juramentación ayer de Manuel López Obrador, el presidente peruano Martín Vizcarra sufrió un amago de caída. ¿Lo ganó la emoción al comprobar que el izquierdista mexicano literalmente reiteraba su estrategia de democracia con consulta popular y su línea de semáforo rojo contra la corrupción?
Lo cierto es que el emocionado mensaje del mexicano señaló varias cosas parecidas a lo postulado por el peruano: sanción a la corrupción en el Estado y el sector privado, el fin de los “moches” o coimas en todas las instancias del Gobierno, no reelección presidencial, personalización de las principales tareas de estado en el Presidente de la República, entre otras. Hasta allí los parecidos.
El Presidente de México ayer dijo que había que poner fin al neoliberalismo, que hacía más profundas las diferencias entre ricos y pobres. Soltó varias bombas, sobre todo en el campo energético, adonde los gobiernos del PAN y el del PRI-Peña Nieto han favorecido al capital extranjero, usando el poder del Estado para debilitar la presencia mexicana, perdiendo miles de millones en malos y fraudulentos negocios.
El recién juramentado mandatario señaló que no seguirá la Reforma Educativa aprobada por Peña Nieto. Jura que gobernará para los mexicanos de a pie, con un lema muy poderoso: YO NO LOS DEFRAUDARÉ .
Promete referéndum y consultas populares, en un modelo de democracia participativa, por ejemplo, para decidir que el nuevo aeropuerto del D.F. se haga en terrenos del Estado, propiedad de una base militar. Mata con ello un negocio corrupto y marca una distancia con la vieja política derrochadora de fondos públicos. Sin duda, el nuevo Presidente es parte del nuevo populismo de izquierda, que hoy reemplaza al viejo socialismo, caído en desgracia.
La victoria de AMLO y su movimiento MORENA, es una vasta coalición ciudadana que va desde los trabajadores de la educación, campesinos, indígenas, la clase obrera y los informales, hasta la inmensa clase media que hoy revoluciona la economía y la política de América Latina. MORENA, son las siglas del Movimiento de Regeneración Nacional. De eso se trata, de reconstruir el país, roto por la violencia del narco y la corrupción estatal y privada.
El Presidente Vizcarra no tiene la mayoría parlamentaria de López Obrador, carece de algo parecido a MORENA y su opción aún navega fuera del populismo de izquierda del mexicano, y está más a favor del capitalismo de mercado. Pasado el Referéndum, organizado bien a la criolla, pero victoria segura al fin, su agenda política bien haría en ser parte de una estrategia para empoderar a los peruanos con las reformas y el cambio social.
*Consultor político y de gobierno
