Política

OPINIÓN | Julio Schiappa: Bambas en las Bambas

Este conflicto nos hace ver la necesidad de un verdadero proyecto minero del país. En el que hay que ensayar ideas nuevas.
30-03-2019

Las Bambas, proyecto muy bien encaminado, con una buena política social, en tiempos de la empresa Strata, era un modelo de gestión minera.El gobierno empírico y monetizado del comandante Humala se saltó los procedimientos y creó un proceso de estudio ambiental abreviado, que destruyó los consensos y generó las semillas de discordia que amargan hasta hoy el wantán de todos los ejecutivos de la empresa MGM. A la empresa se le permitió cambiar el sistema de minero ducto (transporte de lodos con mineral) por uno de camiones (contaminante y bullicioso que altera la vida tradicional de las punas de la zona del proyecto).

Evidentemente, primaron factores económicos, el mineroducto, concebido en comandita, si no seguía asociado a varias minas, no tenía justificación para los empresarios chinos. Radical error del estado no haber concebido el llamado Corredor Minero, de unos 400 kilómetros de largo por las alturas de Cusco, Apurímac y Arequipa, como una regla de planificación que los mineros del Celeste Imperio debían respetar. Este proyecto incluía el mineroducto, un ferrocarril Apurímac-Marcona, para usar ese puerto de aguas profundas para el transporte internacional del mineral. Evidentemente, el impacto en el desarrollo de todo el sur hubiera sido extraordinario y los problemas ambientales casi reducidos a cero con el mineroducto.

Humala, sin visión de estadista, redujo todo a la exportación de piedras. Similar fue el enfoque de PPK.

Hasta que este conflicto nos hace ver la necesidad de un verdadero proyecto minero del país. En el que hay que ensayar ideas nuevas.

Un tema a cambiar, puede ser que ningún proyecto minero comience sin haberse negociado y aprobado la licencia social. Y esta se aprobaría en un Tribunal Minero que guiará el proceso. Es el método seguido en Canadá, que incluye los acuerdos con los indígenas originarios. Sería un incentivo para ponerse de acuerdo.

Un segundo tema es el de las concesiones mineras. Tenemos un régimen que no exige producir, que genera mucha corrupción, que excluye a los pequeños y medianos mineros, y que es herencia del rentismo colonial. Al poner límites de 5 años, por ejemplo, se cancelarían licencias que entrarían al libre juego del mercado.

Un tercer tema, que merece atención es el de la propiedad del subsuelo, que es del Estado y no de las comunidades. Hernando de Soto lo propuso hace años: darles propiedad del subsuelo también,

Todo lo antes dicho es parte de un cambio copernicano que nos llevaría a aprovechar estos últimos años de explotación de cobre y otros minerales. Pronto los minerales sintéticos y la explotación minera con robots habrán terminado con la vieja minería.

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