OPINIÓN | Jaime O. Salomón: "El otro uniforme"
POR JAIME O. SALOMÓN*
Sin medallas, pleitesías ni distintivos, es el que deberían vestir todos los políticos; aquel uniforme invisible que pocos lucen.
El General Eisenhower decía “ninguna persona, sabia y valiente, se acuesta en los rieles de la historia para esperar que el futuro los atropelle”. Casi 75 años después, podemos decir que muchos políticos se siguen acostando en uniformes que -por cinco años- los convierten en semidioses. Muchos viven el momento, en lugar de trabajar por el desarrollo de nuestra Patria; esos serán embestidos por el futuro.
Pocos toman decisiones y encaminan el país hacia la productividad y desarrollo.
Los sueños mueven el país; y son los sueños de cada uno de los peruanos los que debieran guiar a los políticos, para que gestionen, dirijan, controlen y planifiquen el futuro del Perú. El tema es que no todos están preparados para ello; muchos se reinventan y se mantienen mamando del estado por décadas. Lamentablemente, es ello lo que mantiene viva la corrupción y las organizaciones paralelas que para tal fin manejan las instituciones de la patria.
Para poner orden y arreglar la casa, se debiera tomar la firme decisión de expectorar a todos aquellos que no visten el uniforme del Perú y poner a gestionar a personas capaces y preparadas que sepan vestir con orgullo el otro uniforme, el invisible, el que se basa en la ética y la moral, el que se forja en el hogar, el que busca el bien del país y se preocupa por el futuro de todos los peruanos.
La ciencia política está sujeta -en mayor intensidad- a la variable personal, donde la verdad (que es única) se ve transformada a gusto del cliente, cambiando y diversificando cual metamorfosis. La idiosincrasia y educación de las personas de turno en los poderes del Estado tiene mucho que ver en ello.
Si bien somos un país republicano, parece existir en cada poder una monarquía (cada una independiente) basada en viejas tradiciones, donde imperan aspiraciones de los de turno. Ello se arregla con políticas públicas enfocadas en políticas de Estado (no existentes).
Debemos enfocar esperanzas, convicciones e ideales que representen a la sociedad, donde la estructura política refleje al pueblo: síntesis de una nación.
Evidente que existen imperfecciones en los que ejercen el poder; la realidad política y las circunstancias actuales vislumbran la necesidad de cambiar los requisitos para ejercer en el Estado.
La educación es el camino a seguir para lograr ese cambio, que “debiera” ser indispensable para aspirar al poder, representando apropiadamente a la Sociedad, o ser nominado para un cargo en el Estado.
Trabajemos por el Perú.
*Ciudadano, emprendedor y docente.