Nicolás Lúcar sobre los Graña: "ser un procesado VIP en el Perú tiene un precio"

Según se ha podido saber, el día de ayer, por información que hizo pública el portal Convoca, los hermanos José y Hernando Graña no solamente importantísimos empresarios, probablemente los empresarios más importantes de la industria de la construcción, sino también propietaria del Grupo El Comercio, se habrían acogido a la colaboración eficaz y gracias a ellos habrían obtenido el retiro de la solicitud de prisión preventiva que había planteado José Domingo Pérez en contra de ellos por las evidencias absolutamente abrumadores de que habían pagado comisiones ilegales en el escándalo del Metro de Lima, sino que habían pretendido interferir sobre las investigaciones presionando testigos y falseando información de las contabilidades de las empresas que estaban bajo su control.

Esto trae consigo un mensaje trascendente porque cuando enfrentaron el proceso de la Interoceánica en la primera etapa y también se solicitó prisión preventiva para ellos y para los miembros del Club de la Construcción, lo que ocurrió fue cuando esto subió a la segunda instancia los señores no solamente fueron enviados a sus casas, sino en algunos casos como el de José Graña sin ninguna restricción podía salir del país sin pedirle permiso al juez.

Y todos sabemos cómo se consiguen esas cosas en el Poder Judicial en el Perú, el ser un procesado VIP que no tiene ningún tipo de restricción, eso en el Perú tiene precio. Pero el mensaje que trae de que José y Hernando Graña se habrían acogido a la colaboración eficaz es que los empresarios peruanos han empezado finalmente a entender, los empresarios peruanos delincuentes que han pagado comisiones ilegales, que han corrompido sistemáticamente a las autoridades del Estado peruano para obtener obras públicas para sobre valorar esas obras públicas, para hacerlas en función no del beneficio y las necesidades del país y de los ciudadanos; sino de sus bolsillos y de sus socios y de sus políticos corruptos.

Finalmente están empezando a entender que no hay vuelta atrás en el Perú, que tienen que escoger entre colaborar con la justicia o pasarse los próximos 20 años de su vida en la cárcel y perder sino parte significativa de su patrimonio y con eso dañarse a sí mismos, a sus familias, a las instituciones y a las empresas a las que pertenecen. El mensaje parece finalmente haber llegado a estos señores. Pero lo que se reclama con absoluta legitimidad es que no queremos saber la puntita de la verdad porque no nos van a venir con la historia de que los señores Graña solamente coimearon en el caso del Metro porque los señores Graña coimearon en el caso de la Interoceánica y en todas y cada una de las obras que se consorciaron con Odebrecht y en las que tampoco estuvo Odebrecht porque la práctica de comisión ilegal ha sido sistemática. Queremos la verdad completa, no solo un pedacito.