23/09/2019 / Exitosa Noticias / Política / Actualizado al 09/01/2023
Vivimos una vez más una confrontación. Esta vez se trata del Tribunal Constitucional, y ocurre algo así como que cuando los políticos en el Perú tocan algo, se ensucia. Y lamentablemente así estamos, porque el respeto hacia el ejercicio de la política por parte de quienes hoy la ejercen, ha perdido completamente credibilidad, confianza y respeto por parte de los ciudadanos.
Se trata de algo tan simple como elegir al Tribunal Constitucional, pero lamentablemente la elección de los miembros del Tribunal Constitucional, que debería ser la institución que vele por la vigencia de la Constitución y por qué todo se haga respetando sus marcos, se ha convertido en términos efectivos en una pugna política sobre quién controla una institución que al final se convierte en la última instancia de la justicia peruana, y donde se pueden llevar las cosas en una dirección o en otra, en función de intereses puramente políticos y faccionales.
La gente con la que me encuentro cotidianamente me pregunta cuál es el destino del país, es decir, cuál es la esperanza que podemos tener en un contexto en que no podemos creer nada que venga de la clase política y la clase dirigente del país.
Yo creo que el mensaje no debe ser de desesperación o desesperanza o de frustración. Es cierto que esto tiene un lado absolutamente negativo y desmoralizante por el mensaje que significa para nuestros jóvenes, pero también es positivo porque los estamos descubriendo, estamos conociendo quiénes son, y el reto que tenemos como país es renovar a esta clase dirigente.