05/04/2020 / Exitosa Noticias / Política / Actualizado al 09/01/2023
Nelson Manrique, historiador, sociólogo y analista político considera que esta crisis sanitaria generada por la lucha contra el coronavirus nos deparará cambios como nación, en todo orden de cosas.
En conversación con Diario Exitosa, Manrique fue claro al afirmar que se fortalecerán valores como la integración, la solidaridad y la organización, y se revisarán situaciones de poder que nos han estancado durante décadas.
-¿Esta crisis es comparable con alguna otra en nuestro país?
Esta es una crisis muy dura. Hemos tenido etapas difíciles, como las vividas tras la Guerra del Pacífico o la que vino luego del crack financiero del 29. Pero esta tiene peculiaridades muy significativas.
-Es una crisis sanitaria que deriva en otra económica y social.
Nuestra historia no registra una etapa así, de confinamiento de la población para combatir una epidemia. Ahora la disciplina social del país está a prueba. Pero, pasada la crisis, habrá un balance. Y sobrevendrá un conjunto de cambios. Puede ser el momento para establecer otro tipo de orden.
- ¿Y cómo vislumbra ese cambio?
En el Perú, durante décadas, ha habido un desmantelamiento de los temas sociales. Se desprotegió a los más pobres. Y los empresarios no estuvieron a altura del rol que debían cumplir. La clase empresarial solo pensó en su bienestar. Todo eso ha influido para afrontar ahora una crisis así, en donde vemos deficiencias sanitarias. La crisis se encarga de hacer aprender de las experiencias.
- ¿A dónde se debería apuntar?
Ahora dependerá de la población, de las autoridades. Encaminarse en lo mismo. En temas de salud, educación, solidaridad, integración, organización y economía social como prioridad. La crisis abre oportunidades. Cambiar depende de la gente, de la población. Hasta hace tres décadas había otro tipo de organización que hoy se necesita en esta epidemia.
-¿A qué se refiere?
Vea, en los años 70 y 80 había otro tipo de organización popular en el país. El enfoque de solidaridad se rompió. Recuerdo que en un foro en un país nórdico, no se entendía cómo los peruanos habían sobrevivido al primer gobierno de Alan García.
Debían haber muerto todos de hambre, decían. Y se hizo porque había organización popular, los comedores populares, el vaso de leche, la misma población estaba organizada. Hoy nos cogió disgregados.
- Pero uno ve ahora rasgos de solidaridad en la gente.
No, eso debe ser encauzado como nación. En los 90 todo cambió en ese tema. Y empezó el todos contra todos, la competencia extrema, el individualismo. El que cada uno se las arreglara. Todos éramos competidores. Se dejó de pensar en el interés del colectivo. Hasta hoy.
- Es decir, más allá del confinamiento y la tensión, ¿esto debe ayudar a repensar el país?
Todo eso se deberá revisar tras la epidemia. Es algo de repercusión nacional y mundial. Pocos tienen mucho y muchos tienen muy poco. En el Perú y en el mundo. Y este Covid-19 no discrimina. No distingue nada, raza, color de piel, clase social, nada. Nos hace ver que todos podemos morir, tengas o no dinero. Se infecta el que no tiene y el que tiene todo. Nos hará repensar como humanos, sobre qué hemos hecho.