Mamani, Becerril y Donayre reciben un trato preferencial
El trato que viene recibiendo el acciopopulista Yonhy Lescano por parte de sus colegas en el Congreso de la República, difiere notoriamente del que reciben otros tres padres de la patria con las mismas prerrogativas y deberes del mencionado: el general Edwin Donayre, Héctor Becerril y Moisés Mamani. Eso está a la vista.
Sin embargo, en las redes sociales la situación es distinta. Los ciudadanos expresan en este panorama sus puntos de vista con toda naturalidad, crueldad o sinceridad, tanto así que los que cuestionan al primero no son tan abrumadoramente superiores en número a los que lo defienden.
En cambio, los que exigen que sean procesados los otros tres protegidos, en la percepción de la gente, son notoriamente superiores. Siempre hablando de las redes.
En tanto, los tres suertudos congresistas Donayre, Becerril y Mamani, caminan por los pasillos del Congreso y acuden a sus oficinas y curules como si no tuvieran nada pendiente con la justicia,
Lescano, que seguramente debe padecer de insomnio luego de la grave denuncia formulada por una periodista de la que hasta ahora nadie conoce su nombre, se ha batido como una fiera acudiendo, uno por uno, a los programas dominicales en los que recibió un trato muy duro en concordancia con la acusación que lo ha puesto al borde del abismo.
Sus entrevistadores, mujeres en la mayoría de los casos, lo han tratado con la punta del zapato. Tanto así que se retiró del set de Mónica Delta y de Patricia del Río. En este último caso blandió el ejemplar de un diario de esta casa, que también lo trató de “maldito”, recogiendo la expresión de su virtual víctima.
En los círculos institucionales, Ministerio Público, Defensoría, Ministerio de la Mujer, Presidencia de la República, Presidencia del Congreso, etc., la severidad ha sido la misma.
La Comisión de Ética del Congreso aprobó ayer mismo por unanimidad comenzar las indagaciones investigativas.
¿Y Becerril, y Donayre, y Mamani?
Bien gracias. Haciendo su vida normal, sin sobresaltos ni preocupaciones, porque ni sus colegas ni las demás instituciones del Estado tienen mucha prisa por procesar sus casos.
Y sus casos no son moco de pavo. No. Los tres han sido denunciados por graves delitos que de ser confirmados los llevarán a la cárcel.
No se puede decir que Lescano recibe ese trato porque acosó a una mujer a través de mensajes virtuales. Tampoco no. Mamani lo hizo peor: procedió a la acción al agraviar a una aeromoza delante de los pasajeros. Y luego publicó un spot burlándose de todos.
Becerril y sus hermanos han sido considerados miembros de una banda que se llenó de dinero aprovechando los contactos del congresista en las entidades del gobierno. Y ese solo es uno de los cargos en su contra.
Y de Donayre ni se diga: el juez demostró que se robó la gasolina que le correspondía a los soldados de la patria.
¿Cambiarán las cosas en los próximos días? Nadie lo sabe. La justicia en el Perú no tiene los ojos vendados como en todo el mundo: aquí los tiene bien abiertos para saber a quién le llevan para cortarle la cabeza con su espada. ¿Los volverá a cerrar? Esperemos.
Rostro del desprestigio
Según la encuesta de febrero de CPI, elaborada en exclusividad para Exitosa, Moisés Mamani apareció con una desaprobación de 30.1%, lo que lo catapultó como el rostro del desprestigio del Congreso de la República.
Este viernes podría ser desaforado para que enfrente la justicia ordinaria.