21/10/2019 / Exitosa Noticias / Política / Actualizado al 09/01/2023
“Las sociedades experimentan hartazgo de sus gobernantes”, asegura el internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay al señalar que escalada de violencia en la región causará problemas económicos. “Los arribistas y demagogos van a querer sacar provecho”, añade.
Por: Harry Gordillo Ayasta
-¿Qué está pasando en la región andina luego de estos sucesos de violencia que ya experimentó Venezuela, pasó por Ecuador y ahora se registra en Chile?
Las sociedades experimentan hartazgo. La corrupción en América Latina y, puntualmente, en nuestra región ha despertado el hartazgo que se expresa intolerante y se desborda. Eso es grave. Hay responsables.
-¿Ese hartazgo viene motivado por corrientes políticas de izquierda o derecha?
Las tendencias ideológicas no son el origen del hartazgo, sino la clase política que ha decepcionado a los gobernados. Las ideologías lo que hacen es valerse de esta coyuntura para sacar provecho. Eso también es irresponsable.
-¿Y estas ideologías quieren sacar provecho para generar una 'revolución' en esta parte del continente?
Lamentablemente sí. Es lo más bajo que existe. En la ciencia política el manejo de masas tiene sus riesgos. Nuestra región cuenta con sociedades en construcción, no nos engañemos y por eso se vuelven vulnerables, engañables. Por eso, los que se daban cuenta levantan su voz de protesta.
-¿Se está creando un escenario violento para 'tomar' y 'dominar' Venezuela, Ecuador, Chile, Argentina y Perú, cómo algunos aseguran?
Como la 'Primavera Árabe' (oleada de protestas entre 2010 a 2013 en países como Túnez, Egipto y otros) en el Medio Oriente, lo que podría venirse es un efecto dominó de consecuencias inimaginables. Los gobernantes son los únicos que tienen en sus manos controlarlo. La corrupción transversalizada en toda nuestra región es la partera. Yo hablé de hartazgo colectivo hace ya algunos meses porque las recientes elecciones presidenciales en México y Brasil (con convulsión social) fueron advirtiéndolas.
Móvil económico
-Ahora por lo que viene sucediendo en el Perú con estas manifestaciones por el cierre del Congreso y los constantes conflictos mineros ¿se está gestando un escenario violentista en nuestro país como lo que está pasando en Chile?
No creo, pero no lo descarto. El móvil para las revueltas populares es el problema económico que tienen, seriamente, Ecuador, Chile, Argentina, México, ni hablar de Venezuela. Nuestra crisis sigue siendo política. Si hoy viviéramos con la desastrosa realidad económica de los años ochenta, la explosión social peruana sería como la de una bomba atómica.
-Entonces, si las autoridades peruanas no hilan fino ¿pueden ser las causantes de esta 'explosión' traducida en violencia?
Así es. Por esa razón ser político es una responsabilidad muy grande. Nuestra clase política ha sido históricamente muy comodín, le ha dado la espalda a la realidad y a la necesidad de los peruanos y ha privilegiado sus intereses personales. Es un drama nacional.
-¿Cómo quedan nuestros países ante los ojos del mundo?
Muy mal, porque cuestionan a los que lideran la gobernabilidad y podrían comenzar a acrecentar sus desconfianzas y eso significa no querer invertir, porque ven poca seriedad en los procesos nacionales. No hay nada peor que la desconfianza. Ya no van a querer apostar o invertir.
-¿Y va a repercutir económicamente en Sudamérica? ¿Qué tan grande va a ser este impacto?
Si puede haber repercusión económica, pues de mirar el 'milagro latinoamericano' ahora pueden estar viendo el 'desencanto latinoamericano'. A los países les va a costar reinsertarse.
-¿Será más fuerte este impacto en Perú o no le afectará demasiado?
Mientras miren que por un lado nos ceñimos a la Constitución para superar la crisis política y sean juzgados y encarcelados los corruptos, creo que podremos superar las mareas en la región. Si la impunidad se vuelve una regla, la gente podría hartarse.
-En estos escenarios violentistas ¿por quién o quiénes pueden ser aprovechados? ¿Quiénes se benefician con esto?
Los improvisados y los demagogos que por décadas le han engañado a la gente. Son muy hábiles para mentir. Con ellos los arribistas, por eso digo que gran parte de la clase política peruana es históricamente mediocre. Son mediocres, porque gobiernan a medias. Mira esa tragedia para un pueblo. No hay derecho. La gente no lo merece.
Redistribuir la riqueza
-¿Cuál cree usted que sería la solución para acabar o menguar esta escalada de violencia y evitar una en Perú?
Hacer las cosas bien. Seriamente. No hay que mentirle a la gente. Hay que redistribuir la riqueza, no se está haciendo y eso es muy malo. Las inequidades son parteras de las manifestaciones explosivas que los anarquistas quieren aprovechar.
-¿Y elegir mejor?
Sí. Pero hay que invertir en educación que es lo que no se hace. Un pueblo educado tiene gobernantes justos y gobernantes valientes. En 200 años de vida republicana hemos tenido autoridades timoratas, sin carácter, sin nacionalismo, personalistas. Es una realidad muy dura para los peruanos. No estamos para ensayar candidatos. Tenemos que ser conscientes para elegir. Luego nos podría pesar. Sino mira Venezuela con Chávez y ahora Maduro.