11/05/2019 / Exitosa Noticias / Política / Actualizado al 09/01/2023
Por: Blanca Temoche
Aunque sopesaba dos solicitudes de extradición tras permanecer cinco años en Japón, el expresidente Alberto Fujimori decidió viajar en un avión privado el 7 de noviembre de 2005 a Santiago de Chile, confiado que desde ahí podía retornar al Perú. Lo que no contó el expresidente es que tras su arribo a Santiago, horas después sería detenido en el hotel Marriott.
El ministro de la Corte Suprema chilena Orlando Álvarez gestionó su detención a cargo de agentes de Interpol tras la solicitud formulada por el gobierno peruano. Alberto Fujimori y sus acompañantes no pusieron resistencia ante lo inevitable.
Y por motivos de seguridad fue llevado a la escuela de la policía de Santiago de Chile, situada a unos cinco kilómetros del centro de la ciudad.
Uno de los partícipes de esta gran hazaña nacional, era el jefe de Estado de ese entonces, Alejandro Toledo, quien preparó junto con sus ministros una serie de recursos para conseguir su extradición.
Fue así que emitió al presidente del país sureño Ricardo Lagos un informe que describía los delitos cometidos por Alberto Fujimori desde el 2001 y que eran materia de procesos judiciales.
Un día después de la detención del expresidente peruano, autoridades del Ministerio de Interior y de la Procuraduría Anticorrupción llegaron a Chile para gestionar la extradición.
Condenado a 25 años
El presidente de la Corte Suprema, César San Martín, dio a conocer el martes 7 de abril de 2009, la condena de 25 años establecida para el expresidente Alberto Fujimori por los delitos de homicidio calificado y asesinato con alevosía, lesiones graves y secuestro por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, que dejaron 25 muertos en 1991 y 1992.
De acuerdo a César San Martín, esos delitos constituyen crímenes de Estado y contra la humanidad, y definió al expresidente como autor intelectual.
Como se conoce los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta fueron ejecutados por integrantes del 'Grupo Colina' liderado por el militar Martín Rivas. Se les atribuía a las víctimas formar parte de grupos terroristas.
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